Imagen de portada: Redox.
14-30 – Vieja escuela (XY Records)
Aunque tal vez el grupo te suene a nueva promesa, nada más lejos de la realidad. Si decides dar una oportunidad a este trío madrileño, te encontrarás ante una banda que atesora en cada canción esa aura de viejos rockeros. A caballo entre el Rock y el Blues (Rock&Blues lo llaman ellos), en este séptimo compacto de su carrera (quinto de estudio) vamos a darnos de bruces con un Rock de calidad elevada.
Huyen de los sonidos más calimocheros para reivindicar la variedad que las seis cuerdas ofrecen y basando sus pilares en un bajo encargado de marcar los tiempos de forma sensacional. Los versos no destacan por la genialidad de sus figuras literarias, ni falta que hace.
Apuestan por versos sencillos y directos, combinados con grandes tramos instrumentales. Y precisamente así, con una instrumental, es como han decidido abrir el redondo. Nos ha llamado la atención su vertiente más melódica y pausada en grandes canciones como ‘Crepa y machaca’ o ‘Sueños’, aunque el grueso del trabajo, el alma, son temas tan cañeros como ‘Hard riders’, la genial ‘Pozo sin fondo’ o mi favorita, ‘Importante’, con unas guitarras dignas de mención.
Que lleven más de diez años en la carretera hace que tengan una solvencia musical muy elevada, con muchas tablas y con la ventaja de que han conseguido escapar de los sonidos más habituales en el Rock nacional viajando a composiciones más americanizadas. Si buscas algo diferente, pero tradicional y con calidad, 14-30 puede ser un gran descubrimiento.
Marco Vara
EL CORREDOR POLONÈS – L’embaràs d’agnieszka (Producciones Malditas)
Aun a riesgo de parecer un apóstol del federalismo, el “exotismo” de escuchar Rock contemporáneo en un idioma que no sea el inglés es un plus que sólo estamos empezando a valorar desde que Rammstein achicharraron nuestros prejuicios con sus bombas y explosiones. Me resulta muy atractivo codificar en valenciano los argumentos de dos de los géneros que reinaron en los años noventa: el Grunge y el Stoner. Fieles a la heterodoxia de la pasada década, los de Ontiyent incorporan retazos de Power Pop, música Progresiva y esa tortuosa introspección espiritual y sonora que caracteriza a toda generación.
Leonardo Cebrián Sanz
L’AVALANCHE – L’avalanche (A New Label)
Siempre resulta curioso escuchar, más por lo inusual que por el idioma, un disco de Pop Rock en francés. Sea como fuere, el grupo franco-hispano-húngaro L´avalanche, avalado por siete años de conciertos por la geografía española y francesa, presenta su primer trabajo profesional con un disco con el mismo nombre de la banda y cinco cortes.
Han actuado en las más prestigiosas salas de España y Francia, y han participado en los concursos mas punteros; el grupo ha sido considerado por la crítica como el grupo francófono más activo y personal del panorama nacional (normal, debe ser el único en todo el país). Su música, alejada del Pop comercial de moda, se ajusta a un modelo clásico a caballo entre el Rock, el Pop y la chanson française. De esta manera, nos encontramos con un sonido que recuerda más a los primeros Radiohead que a Coldplay.
En las composiciones se aprecia la presencia melancólica y casi literaria, un paso a un torrente de rabia y donde la tristeza de los menores de sus estrofas contrasta con el chorro improvisado de sonidos de guitarras de los estribillos, creando una niebla sonora de ensueño. A pesar de todo este vanguardismo, no dejan de lado sus referencias a autores clásicos de la lengua francófona. Un estilo elegante y formal pero con actitud rabiosa.
Ricardo Bayón
REDOX – Equilibrium (Voliac)
Tres chicos más una chica no siempre equivale a Metal Gótico. Janet Valmorisco tiene un vozarrón de los que se ganarían el respeto de la mismísima Angela Gossow, la vocalista de Arch Enemy.
La banda le atiza fuerte a un Thrash Death melódico cantado en inglés, que en este disco comparte un mismo concepto estético y temático. Redox, “equilibrio químico que se da en una reacción de reducción-oxidación”, o cómo sonar limpiamente crudos sin entrar en la tortuosa maraña de sonido con la que otros disimulan sus carencias.
Veteranos de 1990, les veo de dignísimos teloneros de Annihilator o Slayer. Llevan además el marchamo de Voliac R. Produccions, que no sé cómo lo hacen pero siempre nos ofrecen cosas buenas e interesantes.
Leonardo Cebrián Sanz