El nombre de Bronco resultará muy familiar a nuestros lectores mexicanos, ya que durante las décadas de los ochenta y noventa fue uno de los colectivos más masivos y populares en el arte de la cumbia norteña. Nos faltaban unos Bronco españoles, y ya los tenemos.
Esta vez los faros que iluminan este nuevo nombre de la noche rockera capitalina son el Hard AOR y el Heavy Rock ‘made in Los Angeles’ más clásico. Hay demanda de este tipo de estilos y grupos que nos hagan felices los sábados por la noche en algún bar de los nuestros, por lo que estamos de enhorabuena quienes defendemos que hace falta más variedad y glamour en el Rock Duro español. Esta es la música que debería sonar en esos garitos que tienen barra de strip-tease (¡y que conste que sólo conocimos la del maravilloso Cathouse de Isa Sixx!)
El guitarrista Juan de Juanes es quien está detrás de esta formación con visos de proyecto unipersonal, pero que ha contado en el estudio con las ayudas instrumentales del bajista Julián Martín (Nigromante, Barbara Black) y el batería Daniel Auñón. Con ellos y varios colaboradores a los que nos referiremos a continuación ha sido posible grabar un primer y homónimo EP.
Juanes es un veterano músico madrileño, que ya atesora en su currículo vivencias artísticas y profesionales como componente de Algo Salvaje -junto al guitarrista Javier Mira-, Bloody Mary y la banda de versiones de los años 70 Recover.
Los cuatro primeros temas de Bronco son sumamente interesantes por el planteamiento logístico de Juanes, autor único de sus letras y músicas, que ha recurrido a otros tantos cantantes para dotar a su sonido de una gran variedad: «Es sólo rock and roll», cantada por Lou Garx (Algo Salvaje), «Armado y apostado», con Frank Menotti (Cuthalion) a cargo del micrófono, «Luz en la tempestad», con la voz de José García (Mercurio), y «Rumbo al horizonte» -interpretada por José Antonio Álvarez (Asfaltica, Dr. Snake)-. Juan ha decidido que sea este último vocalista quien se quede como cantante fijo para los directos.
Resulta de especial interés comprobar el estado de forma vocal de la siempre enigmática y peligrosa Lou Garx, a la que muchos recordarán aún al frente de Sonora como banda de apertura de la gira «Ni un paso atrás» junto a Boikot, Porretas y Reincidentes, hace ya unos cuantos años. La bella agitadora debería estar en primera línea de la escena rockera nacional, pero por las circunstancias que sean no es así y siempre viene bien reivindicarla.
Estas composiciones iniciales son auténticos cañones de Metal festivo y seductor, que abogan por defender un modo de vida («Es sólo rock and roll» y «Luz en la tempestad»), ajustar cuentas con los malos de la película («Armado y apostado») o mirar el futuro con optimismo («Rumbo al horizonte»).
Leo Cebrián Sanz
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