El pasado sábado 21 de junio se vivió una tensa situación durante el concierto que la histórica música Cherie Currie ofreció en el festival Azkena Rock celebrado en Vitoria. Durante las horas previas se pudieron ver por la ciudad algunos pasquines firmados por el colectivo BDZ Euskal Herria, cuyas siglas responden al eslogan “Boicot – Desinversiones – Sanciones”. Se trata de una iniciativa que promueve la acción directa contra el estado de Israel por su campaña de invasión de los territorios palestinos y el gradual exterminio de su población civil.
DDH razonaba así su posición respecto a la ex-vocalista del grupo The Runaways:
“La cantante estadounidense Cherie Currie va a actuar en el Azkena Rock Festival de Gasteiz hoy, 21 de junio. Currie defiende públicamente al estado sionista de Israel y ha hecho numerosas declaraciones de carácter tránsfobo, además de defender las políticas de extrema derecha de Trump
Nos parece vergonzoso que el Azkena, que goza de subvenciones públicas, dé cabida a Cherie Currie, colaborando con su presencia en la normalización de Israel y en su limpieza de imagen.
Por ello, animamos a quienes asistan al festival a que lleven banderas palestinas y otros símbolos de apoyo al pueblo palestino. Consigue una bandera gratis en Hala Bedi Taberna” (esta última frase figuraba en negrita).
Las sospechas de que algo serio iba a ocurrir llegó ya con el inesperado cambio de horario del show de Cherie, ya que el Azkena intercambió su actuación de las 19:20 por la de Dead Kennedys… ¡¡prevista para las 01:50 de la madrugada!! Esta decisión de última hora por parte de la organización -que no fue justificada en momento alguno-, perjudicó a la estadounidense al hacer coincidir su presentación con la de The Hellacopters en el escenario Respect.
Ya durante la prueba de sonido el ambiente comenzó a enrarecerse, como bien pudo comprobar la banda que apoyaba a la norteamericana en directo. Esta formación de circunstancias estaba compuesta mayoritariamente por los músicos del grupo de la española Nat Simons, con quien Cherie actuó en Madrid en 2023. Nada más empezar el primer tema del repertorio -‘Queens of noise’- empezaron a acercarse a las primeras filas varias personas con banderas palestinas, que durante buena parte del concierto profirieron insultos a la vocalista, a la que tildaban de fascista, entre otros calificativos despectivos.
Currie parecía visiblemente enojada por la recepción de esta parte de la audiencia, que también logró incomodar a quienes simplemente habían acudido a escuchar temas como la popular ‘Cherry Bomb’ o su versión de ‘Since you’ve been gone’. El repertorio se interpretó en su totalidad, pero los músicos lo pasaron mal y tuvo que ser la propia Cherie quien tomara el control de la situación, haciendo frente a los saboteadores de su espectáculo.
La cantante hizo alusiones desde su micrófono a que la “único que voy a decir sobre la música es que nada de política de mierda. Somos una misma gente que se ama entre sí. ¿Podemos estar de acuerdo con eso esta noche? Nada de política de mierda” -una declaración que finalizó con una “pedorreta” y un pulgar abajo-. Sus palabras serenaron a unos, pero también enfurecieron a otra parte del público, que siguió alterando la experiencia con sus gritos y el lanzamiento de alguna bandera palestina, que Cherie devolvió con tranquilidad.
La veterana pionera hizo alusión a que tras cincuenta años en el mundo del entretenimiento nada ni nadie iba a conseguir hacerle parar el concierto o alterar su comportamiento durante el mismo. Así fue de hecho, aunque el mal sabor de boca todavía permanece entre quienes se fueron sumando poco a poco a este escenario La Salve que tan accidentadamente finalizó su cartel del día. Curiosamente, el silencio del Azkena en sus redes respecto a lo sucedido o a la mera actuación de Cherie Currie es de momento absoluto, lo que deja a las claras su intención de hacer “borrón y cuenta nueva” respecto a lo ocurrido.