A finales de los años ochenta las pistas de baile de las discotecas heavies se dividieron en dos: los seguidores de los glamourosos sonidos americanos y aquellos que derivaron hacia los registros más sucios y rápidos. Los medios potenciaron el Thrash Metal con sus publicaciones y cabeceras especializadas, mientras el público comenzaba a convertirse en ejecutante al montar sus propias bandas.

Tal y como data este recopilatorio, entre 1987 y 1990 fueron muchas las formaciones de este estilo que surgieron en los más diversos puntos del país. Muro ya triunfaban con su Speed Metal, Legion disfrutaban de su proyección internacional y algunos grupos como Fuck Off o Crom lo intentaban a una escala menor, pero como siempre en estos casos bajo la alfombra de los locales de ensayo había mucho más que los nombres más conocidos.

Para demostrarlo, los investigadores de ‘Thrashin’ Spain’ han sacado sus linternas indagadoras para dar luz a un total de ocho formaciones. Dos de ellas firman sus demos en 1989 -Bloody Soul y Mosh-, mientras que un año después llegó la gran avalancha de hasta cuatro maquetas: Arkhe (‘Agony’), Gàrgola (‘Fes-THo’), Hathor (‘The Worst Nightmare’) y Thrashylvania (‘Way of Death)’. Los pioneros de esta selección fueron Dead Zone, que ya en 1987 reunían sus seis mejores temas en la autoproducida ‘Sin by Rage’. Otra media docena es lo que presenta Arkhe, mientras que el resto suma cuatro y sólo Gàrgola y Scum limitan su aportación a dos composiciones.

En cuanto a su origen geográfico, Cataluña siempre marcó un gusto especial por el Thrash, como lo demuestra la procedencia barcelonesa de Mosh -Hospitalet de Llobregat-, Gàrgola -Piera- y Hathor -BCN capital-, aunque también hay representación de Córdoba (Bloody Souls) y Cádiz (Dead Zone), Guipúzcoa (Arkhe), Galicia (Scum) y Asturias (Thrashylvania). Todas sus historias se relatan en castellano e inglés en el libreto de 20 páginas de este doble CD, que incluye imágenes de las bandas en estudio y directo, así como las portadas de sus grabaciones, la cartelería de los conciertos que ofrecieron, artículos de la prensa especializada y diversa memorabilia que completa un atractivo despliegue gráfico.

Por cierto, la única representante femenina de todo el compilado es Bet, la aguerrida y carismática bajista de Gàrgola, y una de las protagonistas del documental “Ellas son Eléctricas”.

Leo Cebrián Sanz