¿Rock español y vínculo con la ciencia? ¿Es esto posible? Bien, reconozcamos que la relación no parece fácil ni masiva, pero estando Antonio Arias de por medio todo es posible. El pasado sábado el cantante de Lagartija Nick volvió a hacer una de las suyas con la puesta en escena -nunca mejor dicho- de su último disco-libro: “Hola, Tierra de Alfred Worden (Multiverso IV)”. El álbum está inspirado en los testimonios en forma de poesía de Al Worden, astronauta de la misión del Apollo 15. Él fue el único de la expedición que no pisó la luna, una singularidad que le hizo reflexionar sobre lo vivido en su poemario ‘Hello Earth – Greetings from Endeavor’.

La localización elegida para el montaje fue realmente única, ya que nunca habíamos asistido a un espectáculo de estas características en las escalinatas del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). De hecho, en una de las últimas ocasiones que pasamos por este entorno de la calle Serrano tuvimos que echar una mano logística a unos turistas chilenos que querían hacerse una foto “delante del banco de la serie “La Casa de Papel””. Y es que, en efecto, este magno edificio es el codiciado botín de la serie española de éxito mundial.

Durante dos horas, “La Casa de Papel” pareció un fondo extraído del montaje en directo de ‘The Wall’, de Pink Floyd. La apuesta era arriesgada, dado que los textos literarios de Arias no conocen renuncia y fueron expuestos durante una larga introducción mediante la intervención en varias pantallas de distintas caras y voces. Una de ellas fue la del propio Arias, pero también reconocimos la serena dicción del poeta Luis García Montero, granadino como el anfitrión.

La paciencia que desarrollamos con esta extensa intro de casi media hora fue compensada con creces en cuanto el cantante y bajista apareció entre los paneles de audiovisuales. Su intervención fue precedida por el saludo de Rosa Menéndez, presidenta del CSIC, quien puso la nota oficial a un evento en el que participaron la división mediática de CSIC Divulga, el Instituto de Astrofísica de Andalucía y el Instituto Cervantes. Fue una forma original y tentadora de celebrar el Día Mundial de la Astronomía. El aforo estaba limitado a unas decenas de personas, pero su lleno funcionó mediante el sistema de reserva y gratuidad absoluta (¡hasta las cervezas lo eran!).

Buena parte de los 16 temas de “Hola Tierra” fueron memorizados con extraordinaria retentiva por un “comandante” Arias al que siempre agradeceremos que no recurriera a los horribles estrados con las letras impresas. El universo Lagartija Nick que dio forma en su día a genialidades como los discos “Val del Omar”, “Su” o “El Shock de Leia” se constató de principio a fin en esta nueva vuelta de tuerca, ahora desde una nave espacial. Hubo también canciones de la primera parte de “Multiverso”, como “Derrota de Bill Gates”, cuando AA opta por firmar sus locuras de forma individual y no colectiva.

Además de su formación habitual de bajo, guitarra acústica/eléctrica, batería y teclado, nuestro particular Lou Reed de la experimentación contó con la episódica intervención del icono indie Annie B. Sweet, cuya aportación vocal quedó opacada por la energía en directo del grupo, que se presta poco a potenciar los matices íntimos de la malagueña.

Esa misma noche, no muy lejos en la misma ciudad, una masa de diletantes seguidores de un partido político reaccionario ejercía de palmero colectivo de un antiguo rockero ahora en decadencia. Poca ciencia hubo allí…

Leo Cebrián Sanz