El cantante Dee Snider ha defendido al bajista David Ellefson, después del escándalo sexual por el que ha sido expulsado de Megadeth, y a los artistas en general: “La gente creativa somos bienes dañados por definición. Elegimos ser actores, intérpretes, escritores, artistas, pintores, comediantes… todas esas cosas porque somos imperfectos. No sé por qué la gente se sorprende tanto cuando esa evidencia sale a la luz. Cuando Dave [Ellefson] de Megadeth fue sorprendido masturbándose [en un vídeo], bueno, en primer lugar, sabéis que muchos de vosotros estáis haciendo lo mismo; pero, en segundo lugar, él es un músico, no es un sacerdote. ¡No se puede esperar que actúe como un sacerdote!, ¡diablos, ni siquiera un sacerdote actúa siempre como un sacerdote! Pero la gente se asombra, se conmociona”.

David Ellefson estudió durante un año en el Seminario luterano Concordia de St. Louis hace casi una década y ejercía de pastor de esa religión.

Continúa Snider: “Y no entiendo por qué la gente del arte va contra el artista. Si descubriéramos que Miguel Ángel [el escultor, pintor, arquitecto italiano] era un pedófilo -lo digo hipotéticamente-, ¿dejaríamos de ir a la Capilla Sixtina?, ¿pintaríamos sobre sus obras?, ¿qué pasa, que ya no es buen arte porque resulta que el pintor fue un pedófilo?”

Ha seguido el cantante de Twisted Sister: «Todos los artistas y creativos tienen sus secretos guardados, como nosotros, pero no nos gusta cuando salen a la luz. Como lo de Kevin Spacey, ‘ya no es buen actor’, ‘ya no podemos ver sus películas’. No estoy diciendo que él tuviera razón, que hiciese bien, pero es uno de los grandes actores de su tiempo. Ya sabemos que era una persona dañada, imperfecta, rota, pero eso es lo que lo convirtió en un gran artista. Como dice el refrán, no hay que tirar todo lo bueno para deshacerse de lo malo».

Y añade Dee: “No estoy poniendo excusas a lo que Ellefson ha hecho, sólo digo que no está bien que el arte de alguien sea desechado, devaluado y descalificado porque resultó que el artista es un ser humano con sus fallos. Y la gente debería tener mucho cuidado de lo que hace o dice, que todos vivimos en casas de cristal”.

Recordando el pasado, Snider pone un buen ejemplo que incluye a la familia del famoso y exvicepresidente Al Gore: «Cuando fui a testificar ante el Senado en los años ochenta [en contra de la propuesta de colocar etiquetas de advertencia en los discos considerados ‘ofensivos’ para los oyentes], me hablaron como si yo fuera la mayor escoria de la tierra. Bueno, pues después de muchos años todavía estoy casado y ‘los Gore’ [Al y Tipper] están divorciados; uno de sus hijos fue arrestado por posesión de drogas y ninguno de los míos ha sido arrestado nunca. Igual hemos tenido suerte, pero la lectura es: ‘no juzguéis, si no queréis ser juzgados’».