Ayer martes 25 de junio se presentó en Madrid el libro «God save the queens. Pioneras del Punk», del que son autoras Cristina Garrigós, Nuria Triana y Paula Guerra. Hace justo un año conocimos y entrevistamos a la primera, que fue quien estuvo presente en el acto desarrollado en la tienda Chopper Monster, en pleno barrio de Malasaña. El evento también contó con el apoyo directo de Alfred Crespo, editor del libro, que ha salido bajo la marca de 66rpm Ediciones. Entre los asistentes reconocimos a Beatriz Alonso, autora del documental «De un tiempo libre a esta parte» e integrante de Los Monaguillosh, y a un histórico del Punk capitalino: Mguü, batería de Espasmódicos y TDK.

Este primer acercamiento al Punk en clave femenina desde el ámbito universitario viene avalado por el éxito del ciclo «Mujeres hechas de Punk», que hace un año se desarrolló en la Cineteca de Matadero Madrid. Allí fue donde Garrigós nos adelantó que se estaba trabajando en un volumen específico dedicado al tema. Desde entonces a hoy, el proyecto se ha hecho realidad y «Pioneras del Punk» ya se ha presentado en varias ciudades, siempre de la mano de Cristina, la única firmante que reside en España. Ella y sus compañeras se han aplicado a la perfección ese lema de la autogestión que es «Hazlo tú misma», precisamente el título de su prólogo.

De entre las muchas virtudes de ‘God save the queens’, una de las más destacadas ha sido su amplitud de miras en todos los aspectos. Han prescindido de los tópicos y lugares comunes y se atreven por igual con nombres propios nacionales e internacionales, sin priorizar a las más conocidas frente a las punks con menos relevancia mediática. Todas son válidas… y todas por igual, pese a su distinto origen geográfico o el tiempo que estuvieron implicadas en el movimiento.

Las siete protagonistas a las que entrevistan son Silvia Escario (Último Resorte) y Tere González (Desechables y Raiser) -ambas desde Barcelona-, Begoña Astigarraga (Vulpes) -País Vasco-, Ana Da Silva (Raincoats) y Ondina Pires (Ezra Pound e a Locura, Pop Dell’ Arte y Great Lesbian Show) -desde la desconocidísima escena Punk portuguesa-, Alice Bag (The Bags y Alice Bag) -no podía faltar Estados Unidos- y el caso particularísimo de Palmolive -la malagueña que vivió el Punk británico del 77 desde el mismo corazón londinense-.

El hecho de que se haya ampliado el estudio a dos de las representantes del Punk luso habla por sí solo de lo inspirado de este esfuerzo colectivo. También lo es que se haya buscado y convencido a Begoña para que sea ella y no la habitual Loles quien hable de la gesta de Vulpes, una banda reivindicada ahora por el nuevo feminismo como punta de lanza de la libertad personal y sexual (juramos haber escuchado cantar en grupo «Me gusta ser una zorra» en las fiestas populares de Lavapiés).

 

 

Garrigós, Triana y Guerra han dado voz a sus homenajeadas mediante el formato de la entrevista personal. Una breve semblanza biográfica precede a un intercambio constante de preguntas y respuestas -nada de estilo indirecto-. Son cuestiones interpretativas que otorgan dinamismo y soltura al encuentro, además de dar pie y facilitar la confesión y la reflexión más íntima. Una fotografía abre el espacio dedicado a cada mujer del Punk que se ha prestado a recordar su pasado (y presente en algún caso) en este libro básicamente musical.

Quienes busquen un ensayo de género o incluso esa aberración gramatical llamada lenguaje inclusivo no lo van a encontrar en ‘God save the queens’. Como siempre en estos casos, lo realmente prioritario es escuchar a quienes tienen algo interesante que contar y que quienes han de transcribir sus respuestas sepan estructurar el material de una forma atractiva. Desde ese punto de vista, esta referencia número 17 de 66rpm Ediciones es una lectura muy recomendable. Tiempo pues para quienes quieran ocupar su ocio con las 160 páginas de esta brillante semblanza del Punk femenino.

Leo Cebrián Sanz