Fue abrir el buzón y ver un sobre decorado con evocadoras imágenes de soles, lunas y planetas para cerciorarnos de que ya estaba en casa el nuevo disco de Hiagen. “El Planeta Cúbico” se presenta con el ya tradicional despliegue gráfico de la casa. Éste consiste en un CD físico de tres cuerpos, cuya imagen se ofrece completa y desplegable en un cartel casi cinematográfico, con sus créditos en la parte inferior cual estreno de cine.

Los nombres que encabezan “el reparto” son Edgar Soberón (guitarra y voz), Moisés Martín (guitarra), Rodrigo Téllez (bajo), David Fernández “Darwin” (batería) e Iván Mella (teclados). La grabación, que data de 2021, fue realizada y mezclada por Carlos Santos en los Sadman Studio de Verín (Orense), con colaboradores como Mawy Sangrador (voz), Ruth Bartibás (cello) y Guillem Ferrer junto a Rebeca Barragán (saxo). Las sesiones adicionales de voces y saxo tuvieron lugar en los California Studios y de ellas se encargó Víctor Saiz. Su tocayo Víctor García firmó la masterización en los Estudios Ultramarinos y tras la portada estuvo el arte de Igor Casayjardín.

¿Nos falta el productor? Pues no exactamente, ya que el criterio de supervisión musical lo ha aportado el propio grupo en su conjunto. Para esta obra magna el quinteto ha compuesto un total de once canciones, una de ellas con el mismo título que el álbum. Durante este año se han publicado dos singles digitales iniciales: “Una despedida a tiempo” y “Cuando ruge la marabunta”, antes de que vieran la luz los tres “capítulos” o EPs con los que fueron entregando el nuevo repertorio.

El “Primer Capítulo” incluyó “Vientos del Este”, “La nube oscura”, “Cuando ruge…”, “Una despedida…” y “Piezas de Tente”, mientras que el “Segundo Capítulo” dio a conocer “Bien está lo que bien acaba”, “Réquiem por una ciudad” y “Malas nuevas”. La trilogía se completó con “No se parece en nada”, “El árbol de los necios”, “No vuelva a usted mañana” y “El planeta cúbico”. El disco compacto respeta el orden de entrega y reúne todas las piezas en un mismo puzzle, lo que justifica por sí solo la adquisición del formato físico.   

La lectura de sus letras nos da el reflejo de una de las mejores y más ingeniosas literaturas del Rock español, con una gramática modélica que funciona incluso sin la música que la justifica. La historia que se esconde en “El Planeta Cúbico” tiene su miga, ya que toma su nombre de un libro de Cristina Alemparte publicado en 1986 como parte de la conocida serie naranja de la colección juvenil Barco de Vapor: “Lumbánico, el planeta cúbico”.

Escuchemos la voz en off de Hiagen que explica la naturaleza de este álbum conceptual: “A través de doce canciones se efectúa un ficticio viaje musical de vuelta a ese planeta imposible, imaginando su transformación con el paso de los años donde el lector infantil retornado, ahora adulto, obtiene reflejado en el planeta una nueva perspectiva de las transformaciones que ha sufrido su propia vida, descubriendo en el camino muchas historias irresolutas y heridas que no terminan de cicatrizar”.    

El Rock Progresivo Alternativo -y hasta diríamos que atípico- de Hiagen se ha vuelto “más orgánico y melódico”, en palabras de los propios músicos. A ello ha contribuido de forma fundamental el fichaje de Iván, teclista de Izal, al que se cedió buen protagonismo de sintetizadores y un nuevo matiz electrónico.  

Leo Cebrián Sanz