Hiagen es un grupo que no sigue las reglas sencillas y nos alegramos. Su nuevo disco, cuarto de su carrera, se titula “El planeta cúbico” y recoge en un redondo, con una excelente presentación, lo que contenían tres EP lanzados previamente. El grupo dice hacer Rock Progresivo Alternativo y una de las frases que les hemos dedicado, para que entréis en contexto, es: “Un nuevo desafío para oyentes con ganas de ser sorprendidos. Elementos visuales, literarios y musicales, al servicio de un mismo concepto y viaje interior”.

Mantenemos una larga conversación con Edgar Soberón (cantante y guitarrista), pero alrededor nuestro está el resto de la banda: Moisés Martín (guitarra), Rodrigo Téllez (bajo), David Fernández ‘Darwin’ (batería) e Iván Mella (teclados), quienes comienzan a intervenir en esta segunda parte de la entrevista ante preguntas que hacemos a todo el grupo.


por Jon Marin


Definís vuestra música como Rock Progresivo Alternativo. ¿Puedes ampliar el concepto? ¿Qué marca esa diferencia de ‘Alternativo’ con respecto a cualquier otra banda que se define como Rock Progresivo sin más?

-Hoy las redes exigen un poco que el sonido de una banda sea etiquetado, algo que paradójicamente es fácil y difícil a la vez. En nuestro caso, como en el de muchas bandas, creo que para ser justos habría que etiquetar cada canción como más o menos progresiva porque, según nuestro punto de vista, es la arquitectura del tema la que lo define, que tenga un carácter narrativo alejándose de ciclos. Concretamente, este es un subgénero del alternativo entre cuyos máximos exponentes hay bandas como Oceansize, Tool o Porcupine Tree. Está muy definido por ese tipo de estructura y, por otra parte, un sonido más influenciado por la eclosión de los noventa que por los grandes referentes cásicos del Rock Progresivo o el Sinfónico, más sucio, menos técnico, quizá más visceral.

Les pido a todos que elijan su canción favorita de “El planeta cúbico” y son tres los que se mojan:

Rodrigo (bajista): -“El árbol de los necios” porque es un pepino.

Darwin (batería): -“Cuando ruge la marabunta” y “Una despedida a tiempo” porque son las más accesibles que hemos hecho hasta la fecha.

Edgar: -“Réquiem por una ciudad”, porque es el fragmento de la banda sonora de una película que no existe.

Cuidáis mucho la presentación física de vuestros discos, ¿verdad?

Edgar: -Mucho. Podrá gustar más o menos, pero es algo a lo que le dedicamos una gran cantidad de trabajo, hay un largo proceso de conceptualización detrás de todo el diseño y emana directamente de la narrativa de las canciones; nunca ha sido algo meramente estético. La piedra angular de este aspecto es Igor Casayjardín, un viejo amigo con mucho talento para el diseño que ha sido el encargado de dar una dimensión visual a nuestros tres últimos discos y a los de muchas otras bandas como Fasenuova o Aurora & The Betrayers. Si me lo permites, me gustaría invitar a quien lea esto a visitar su obra en www.igorcasayjardin.com.

Háblame, Edgar, sobre el proceso de grabación y producción de este disco. ¿Cómo se fue desarrollando?

-Pues como casi todos los discos recientes, estuvo directamente condicionado por la pandemia y sus circunstancias asociadas. Fue muy difícil tener tiempo para poder prepararlo bien en el local de ensayo y eso dio lugar a una grabación complicada. Tuvimos que terminar varias cosas en el estudio y se hicieron varias jornadas maratonianas que fueron sumando cansancio y, en ocasiones, frustración. Si te contase todo el periplo, me llevaría ocho horas, pero solo destacar el papel de Carlos Santos en Sadman Studio, que es el responsable fundamental de que este disco suena como suena; quien aún no ha trabajado con él, no sabe lo que se pierde.

Nuestro compañero Leo Cebrián ha escrito sobre vuestros textos: “La lectura de sus letras nos da el reflejo de una de las mejores y más ingeniosas literaturas del Rock español, con una gramática modélica que funciona incluso sin la música que la justifica”. ¿Algo que añadir, quién se ocupa de ellas y qué le preocupa reflejar?

-Cuando leí eso en vuestro medio casi se me cae una lágrima. Yo soy el responsable de las letras y no creo que alcancen tal categoría porque hay muchos y muy grandes gigantes en el rock español, pero me llevan mucho esfuerzo y, aunque suene a cliché, pongo toda mi alma en ellas. Suele haber una carga excesiva de dolor, rencor, culpa… Siempre he envidiado a la gente que es capaz de crear belleza sin tener que sacar la materia prima de un profundo cubo de mierda.

Atentos todos de nuevo: ¿Podéis mencionar algunos grupos que os hayan influido? O bien, ¿qué escuchabais de jovencitos?

Rodrigo:Pues todo el metaleo de la época: Machine Head, Mastodon, Black Sabbath… También Specials, Toots And The Maytals, Radio Futura, Fela Kuti…

Moisés (guitarrista): -Scorpions, Iron Maiden, Dover, Porcupine Tree, Mastodon, Gojira, entre otros.

Iván (teclista): -Yes, Stevie Wonder, Bob Marley, AC/DC, Queen, Genesis, Peter Gabriel, David Bowie, Pink Floyd…

Edgar: -Nine Inch Nails, Radiohead, U2, El Último De La Fila, Standstill, Mogwai, Cornelius…

(Darwin se me escapa en esta respuesta).

Actualmente, ¿qué discos tenéis a mano en vuestra estantería, qué os ponéis en el coche o en la furgo?

Rodrigo: -En el coche hay discos de Cream, Pelican, Torche… y por accidente, de Luis Cobos.       

-Ja, ja…

Darwin: -Messugah, Police, Fishborne y Primus.                                                                               

Iván: -Little Dragon y Owen Pallet.                                                                                                      

Edgar: -Últimamente escucho mucho a Burial, Röyksopp y Enric Montefusco.                                                         

Moisés: -Gojira, Thundercat, Kristian Moller, música clásica…

(Continuará)