El pasado jueves se presentó en la madrileña sala Artistic Metropol el último hito del grupo Boikot en la difusión de la cultura política contemporánea española y mundial. Si en su día fue «La ruta del Ché», aquella trilogía que enseñó a sus seguidores parte de la cultura combativa latinoamericana, en 2017 ha llegado el turno de recordar y poner en valor a las Brigadas Internacionales de la Guerra Civil. Esta vez no se trata de una obra musical sino audiovisual, ya que su guitarrista Albert Pla se estrena como realizador cinematográfico con un cortometraje de ficción titulado «Jarama».
Nunca está de más recordar que los brigadistas fueron milicianos voluntarios procedentes de varios países, que acudieron a la Península a defender la legalidad del gobierno republicano frente a la sublevación militar del general Franco y que con su participación activa trataban de frenar el avance de los fascismos en Europa. Parte de su más encarnizada lucha tuvo lugar en torno al río Jarama, en el sur de la Comunidad de Madrid, donde se encontraba uno de los frentes decisivos de la contienda.
Durante el acto estuvieron presentes casi todos los componentes de la banda, así como parte de los actores y técnicos de esta modesta pero lograda producción, cuyo argumento es el siguiente:
«Estamos en febrero de 1937, siete meses después de la sublevación militar. Tras fallidos intentos de alcanzar Madrid por parte de los franquistas, ahora la batalla se concentra en el valle del Jarama. El ejercito republicano aguanta y defiende los ataques con la ayuda de las Brigadas Internacionales. La hazaña bélica terminará con más de 20.000 heridos, desaparecidos o muertos, entre ellos cerca de un millar de brigadistas de más de 30 nacionalidades.
Nuestro personaje, Juanan, es un trompetista que antes de la guerra tocaba en un grupo de jazz. Ahora está luchando por la República y se encuentra en la segunda línea del frente, en las trincheras situadas al lado de la carretera de Valencia, al lado del río Jarama.
Aunque pasan hambre, frío y están llenos de pulgas, la moral se mantiene alta. Tienen ayuda de los brigadistas internacionales. Juanan se hace amigo de unos irlandeses, O’Connor y el poeta Charlie Donelly. Por las noches se cuentan sus vidas, sobre todo después de que a Juanan le alcanzase un mortero. El herido empieza a tener visiones extrañas y su realidad ya no será la misma».
Todos los caracteres son de ficción, salvo dos: el propio Charlie Donelly, un personaje histórico, poeta y activista político irlandés, que de hecho murió en la Batalla del Jarama como miembro de las Brigadas internacionales. O’Connor fue amigo suyo y quien recobró su cuerpo en el campo de batalla. Precisamente durante la rueda de prensa se comentó vivamente la participación de los brigadistas irlandeses como baluartes del ejército republicano en el Puente del Jarama, personas que de manera desinteresada dieron su vida por una causa que no era la suya nacional y cuya valentía e idealismo son reconocidos en las numerosas placas conmemorativas que pueblan Irlanda.
Boikot ya elaboró en 2012 un videoclip con temática relacionada con la Guerra Civil, como fue el correspondiente a la canción -y título de todo un disco- «Lágrimas de rabia». Aquella composición fue la excusa de un documental en el que se relataba la persecución de los maestros republicanos por parte de los vencedores del gran desastre español del siglo XX.
Durante su comparecencia, el equipo responsable de «Jarama» testimonio también su apoyo a la lucha contra la enfermedad de la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), desplegando unas camisetas amarillas reivindicativas que por cierto empiezan a verse por todas partes. Pudimos comprobarlo en el concierto de Miguel Costas, segundo y clásico cantante de Siniestro Total, que se celebró un día después en la sala But de la propia capital.
Leo Cebrián Sanz
Fotos: Guillermo Campoy Sebastián.
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