En nuestras dos anteriores entregas hicimos un repaso por la biografía de José Rubio, con motivo de la salida de su nuevo trabajo instrumental, que lleva por título ‘Forbidden Dreams’. Con la idea de querer adentrarnos más en la forma de pensar de este músico, hemos querido entrevistar al propio guitarrista, que nos ha explicado todo lo que hay que luchar en este país por el simple hecho de ser músico rockero. También tocamos el tema de las bandas tributo y, por supuesto, cuestiones relacionadas con su último trabajo -estrenado el pasado miércoles-, y la gira que en 2019 le embarcará por América y Europa.

 

Buenas tardes, José. Ante todo, darte las gracias por dedicarme unos minutos en contestar a mis preguntas. Sabemos que tu tiempo es oro y que además estás en México realizando clinics, conciertos y seminarios, además de producir el nuevo disco de Skaidan.

Hola, José. Gracias a ti por darme la oportunidad de ser entrevistado. Para mí es un auténtico placer poder responder a tus preguntas.

 

Para poder realizar los dos artículos previos, en los que repaso tu extensa biografía, he tenido que “bucear” un rato largo en tu andadura musical. La impresión que me ha dado es que nos encontramos ante un músico que se tiene que buscar mucho la vida. Y para poder tener un sueldo digno te tienes que implicar en infinidad de proyectos. ¿Esto es así, José? ¿O realmente es porque te gusta tu profesión y te gusta estar así de activo?

Está claro que vivir de la música en este país es una odisea, pero yo -la verdad- me siento muy muy afortunado de poder vivir bien haciendo exclusivamente lo que amo. Aunque admito que no ha sido un camino de rosas. He tenido que trabajar muchísimo para conseguir vivir de ello y sigo trabajando durísimo para mantenerme ahí, ya que esto no es nada fácil. Pero como digo, si amas lo que haces y te lo propones, nada es imposible.

 

¿No te has parado a pensar alguna vez que los fans igual te prefieren en una banda y que sería mejor que tu talento -que ahora lo distribuyes en muchos proyectos- lo dedicases a una sola banda, potenciando directos y editando buenos discos?

No eres el primero que me lo dice, y ese, en el fondo, sería mi sueño idílico. Pero por desgracia es muy muy complejo, ya que una banda no sólo soy yo. Son más personas, con sus propias vidas, problemas, sueños… Como digo, es casi imposible vivir a corto-medio plazo de una banda en España. Por ello, muchas veces la paciencia de algunos miembros se agota y resulta prácticamente imposible mantener una formación estable. Por eso, y también porque adoro tocar con otros músicos, ya que siempre aprendo muchísimo y para mí es dar pasos adelante. Adoro tocar con todas las bandas y artistas que puedo y si además me ayuda a poder seguir viviendo exclusivamente de la música, pues mejor aún.

De todas formas, siempre digo que cuando hago un disco, me vuelco en cuerpo y alma en intentar, dentro de mis posibilidades, que sea un gran disco y dar lo mejor de mí como músico en ese momento. Estoy muy orgulloso de todo lo que he grabado en los últimos años, ya que se ve cómo he ido mejorando tanto como músico como productor. Lo que más me gusta de eso es que aún no he tocado techo. Siento que tengo que crecer muchísimo aún como músico y productor, y eso me motiva cada día a colgarme la guitarra o ponerme a los controles en mi estudio: seguir mejorando y aprendiendo para, en cada disco que hago, subir un peldañito mas.

 

Tema «bandas tributo». José, eres un músico que también se ha subido al carro del tributo. Véase Diabólica, en homenaje al grupo Ángeles del Infierno. ¿Cuál es tu opinión al respecto de estas formaciones? ¿Aportan algo positivo al futuro del Heavy Metal en este país? ¿No crees que están ocupando un espacio que quizás correspondería a una banda con temas propios?

Es un tema que ha creado mucha polémica en el mundo de la música. Yo me siento muy orgulloso de poder decir que hago mis discos, compongo y produzco para otros artistas y otras bandas, pero que también tengo la capacidad y el placer de poder rendir tributo a artistas y bandas que adoro y que han sido parte importante en mi formación como músico. Son grupos que, de alguna manera, han marcado con su música etapas distintas de mi vida.

Cualquiera que venga a ver a Diabólica puede comprobar cómo tocamos esos temas tan maravillosos de Ángeles del Infierno que han marcado muchos momentos importantes de mi vida personal. Al mismo tiempo, nos los llevamos a nuestra forma de interpretarlos, respetando en todo momento su feeling original y dándoles nuestro pequeño punto de vista. Pienso que hay que respetar tanto al músico que hace versiones como al que compone. Subirse a un escenario creo que ya merece un respeto que a veces el propio músico pierde hacia sus compañeros, ya sea por rabia, envidia o complejo. Pero mi consejo para esas personas es… ¡¡vive y deja vivir!!

 

¿Qué opinión tiene un profesional como tú, cuando ves que al público rockero de este país le cuesta pagar 10 ó 15 euros por ver a tres bandas emergentes españolas y luego pagan más de 100 por ver a una de fuera y consagrada? ¿Qué crees que se está haciendo mal?

Me da pena, pero como siempre digo, el público es soberano y cada cual se gasta su dinero en lo que quiere. Yo creo que no podemos obligar a la gente a venir a nuestros conciertos. Siempre he pensado que hay mucha nostalgia de revivir nuestra adolescencia, aquellas sensaciones, y esas bandas que cobran 100 euros por una entrada, la mayoría fueron parte de eso. La gente lo gasta pensando en revivir todo ese tiempo, pero como siempre digo, ese tiempo ya pasó. El tiempo es lo único que no podemos recuperar.

Yo creo que las bandas nuevas tenemos la misión de intentar hacer llegar a esta gente un «producto» que sea lo suficientemente atractivo como para poder conseguir que ese público quiera pagar por vernos. Pero a veces no nos damos cuenta de que ese producto no es tan bueno como nosotros pensamos o, simplemente, que a veces no es el momento ideal para ese producto. Me explico… Yo observo que todo es cíclico. Las modas van y vienen, y es precisamente por la nostalgia de revivir sensaciones y ciertos momentos de nuestras vidas pasadas.

Yo mismo he hecho discos por el mero placer de hacerlos y no han funcionado. Tampoco me ha importado, la verdad. No lo esperaba, pero si fuera buscando el éxito comercial, quizás lo primero que tendría que hacer es cambiar de estilo, je, je, je. No es el plan, así que por ello lo que intento es hacer el disco que a mí me gustaría escuchar como fan. Y luego, intentar llevarlo al mayor número de personas posible. Si les gusta, vendrán a verme; y si no, pues seguiremos intentando mejorar el producto. No hay más.

 

Siguiendo el hilo de la anterior pregunta, está claro que por ejemplo en México nuestras bandas tienen muchos fans. El trato es muy diferente del que reciben en España y los músicos que vais a presentar vuestros trabajos allí sois valorados realmente como os merecéis. ¿Por qué es así, José? Enumérame uno, dos, tres motivos por lo que hay tanta diferencia con este país. ¿O quizás es que, culturalmente hablando, seguimos sin valorar lo que tenemos aquí?

Yo opino que todo fan, da igual la nacionalidad, merece todo el respeto del artista, porque es gente que ama lo que haces y dedica parte de su tiempo a escucharte. Yo amo al público mexicano. Son apasionados y te hacen sentir como si fueras de su familia. Pero también amo al público de mi país, porque son los que han hecho posible que a día de hoy sea un músico conocido y pueda viajar por el mundo presentando mi música.

El público español es FANTÁSTICO, siempre lo diré, y por eso adoro tocar en mi país. Para mí es un premio llegar a una ciudad y ver gente que se ha movido para verme, que se esperan a que termine el concierto para charlar un poco, comentarme qué les ha parecido, etc. Esos momentos son muy especiales para mí. Por eso yo no diferencio entre países. Sinceramente, ambos públicos me parecen maravillosos… ¡¡y sólo tengo palabras de agradecimiento por apoyar y seguir ahí después de tantos años!!