En la lista de destacados de nuestro colaborador hay sin duda un gran componente de provocación. En lugar de optar por el Rock Duro clásico y el Heavy Metal más tradicional, Leo Cebrián Sanz se desmarca con una selección de lo más ecléctica y por momentos contradictoria.  

Su particular elección incluye desde el Post-Punk con algo de Indie Pop de los madrileños Alcalá Norte -reivindicando el casticismo con su éxito “La vida cañón”- al Metal Extremo de los jovencísimo Termogaunt, también desde la Comunidad de Madrid. De la capital también es la vocalista y guitarrista Nat Simons, que ha subido un par de escalones en el negocio gracias a las colaboraciones de su último disco, registrado en directo en la sala pequeña del antiguo Palacio de los Deportes. Su Rock sin etiquetas fijas está encontrado su sitio poco a poco.

Otra de las notas destacadas del criterio del redactor invitado es su apoyo a la nueva corriente del AOR y Hard Rock Melódico que tímidamente comienza a sacar la cabeza ante el agotamiento de géneros como el Power Metal. Buena prueba de ello es su predilección por el primer disco de Álgar, quien fuera último cantante de Beethoven R, y los murcianos Lonely Fire, a quienes su presencia en el festival Rock Imperium les ha permitido darse a conocer tanto al público especializado como al generalista de los grandes eventos.

Las letras sociales y políticas parecen dormidas en los estilos afines al Rock, pero aún hay honrosas excepciones. Un veterano como Evaristo Páramos y sus Tropa do Carallo se ha atrevido a titular uno de los temas de su último disco de una manera tan explícita como “La clase baja atada de pies y manos es abandonada por la supuesta izquierda en las garras de la puta ultraderecha”. Otros que aprovechan el uso del castellano para cantar “las verdades del barquero” son los castellano-manchegos Vinodium. La denominación de su último trabajo recupera una frase dicha mil y una veces en las últimas décadas: “¿Pero en Qué País Vivimos”?. Recuerden, el Thrash-Metal no termina en Angelus Apatrida o Crisix.

En esta misma línea de huida del adocenamiento hay que incluir a Manifa, la banda de Barakaldo que prometió no ir a tocar al Viñarock… y lo sigue cumpliendo. Su nuevo disco es “Asesinos” y también reparte justicia social a base de líricas inteligentes y unos conciertos en los que la diversión llega a superar a la de sus homólogos Lendakaris Muertos.

Capítulo aparte merecen las apuestas de Leo Cebrián por dos conceptos musicales muy rompedores…, aunque cada uno a su manera. El ex-futbolista Álvaro Benito ha sido capaz de construir una sólida carrera con el Punk-Pop Melódico de Pignoise y ahora se muestra inquieto y experimentador en la aventura iniciada con Chicle. La madurez del músico apunta ahora más ambiciosa y elaborada.

Por su parte, El Coleta aporta la siempre necesaria cuota de Rap Quinqui, un estilo inventado por él y que nada tiene que ver con la banalidad de la música urbana y el Trap. Es un género en sí mismo y “Chunda Rumba” nos invita a robar “si es por necesidad”, porque “robar no esta mal si es a la multinacional”.     

1. ALCALÁ NORTE – Alcalá Norte

2. ÁLGAR – 208

3. CHICLE – La Belleza

4. LONELY FIRE – The Last Ride

5. MANIFA – Asesinos

6. NAT SIMONS – 7 Vidas en La Sala (Directo desde Wizink Center)

7. TERMOGAUNT – The Southern Warlord (EP)

8. TROPA DO CARALLO – Habrá Que Verlo

9. VINODIUM – ¿Pero En Qué País Vivimos?

10. EL COLETA – Chunda Rumba