La primera obra musical del cuarteto Shurakay, “Overseas tales” (“Cuentos de ultramar”), está publicada en formato físico (doble CD) y en plataformas digitales: https://linktr.ee/Shurakay. Es un doble trabajo conceptual en el que cada canción cuenta una historia a través de la música totalmente recomendable para los amantes del Rock Progresivo “o Sinfónico, como se le solía llamar en los setenta”, según palabras de la banda.

Le hemos pedido a Dani Payá, guitarrista, que seleccione a sus artistas favoritos, pero Dani nos ha sorprendido con unas declaraciones sobre su vida, personalidad y gustos musicales, y un montón de menciones que os pueden venir muy bien para debatir. Es tanto, que os lo ofrecemos por partes; aquí va la primera.


Bandas de Pop, Rock y derivados

La música que nos ha acompañado siempre a través de la radio y la televisión, la que hemos escuchado por inercia, lo hayamos querido o no. A veces ha sido por la influencia del entorno familiar o de las amistades. En mi caso, la música es un elemento habitual e importante en la familia. Tanto por parte materna como paterna, mis tíos siempre me han inculcado escuchar música. Especialmente mi tía Carmen Payá Guillot y mi tío Roberto Payá Guillot. Ella ha viajado por el mundo y ha estado viviendo en otros países, como Inglaterra e Italia; de hecho, ahora vive allí. Además, mi padre Antonio Payá Guillot y mi madre son unos melómanos. En casa siempre se ha escuchado todo tipo de música y todos me han llevado desde pequeño a conciertos, especialmente mi tío Roberto, músico y artesano, con el que hemos compartido muchos y muy buenos momentos con la música. Doy gracias al destino por haber tenido ese entorno musical tan estimulante.

Dicho esto, menciono mis bandas favoritas: AC/DC, Alan Parsons Project -sus discos Pyramid, Eye in the sky, I robot-, America, Camel, Coldplay; Crosby, Stills, Nash & Young; Deep Purple y sus músicos Ritchie Blackmore y Jon Lord, Dire Straits y Mark Knopfler –sus discos Dire Straits, Communiqué y Alchemy-, El Último de la Fila, Metallica, Pink Floyd –los discos Pompeii, Animals, Dark side of the moon, Wish you were here-, Queen, Radiohead, Red Hot Chili Peppers, Supertramp por su estilo entre el Pop y lo Progresivo, el grupo francés Téléphone, The Doors, The Police, Toy Dolls.


Bandas Sonoras

El cine es otro de los pilares en mi vida y su relación con la música es para mí inseparable. Desde niño ha habido películas que han marcado mi vida, como Blade runner, las de los hermanos Marx, ET, Star wars, Indiana Jones, Apocalypse now, El padrino, Excalibur, Drácula de Bram Stoker dirigida por Francis Ford Coppola y, aunque me cueste reconocerlo, Disney y su relación entre la animación y la música, como en Alicia en el país de las maravillas, Merlín el mago, Los tres caballeros -ésta por su contenido musical, no por el argumental-, Fantasía… Esto me ha ido llevando a indagar sobre las bandas sonoras y sus compositores. Y una cosa llevó a la otra. Después te interesas por cómo hacer composiciones para orquesta aplicadas al cine, arreglos y orquestación, incluidos todos los recursos electrónicos que, mezclados con la orquesta, pueden dar unos resultados impresionantes. Mi favorita, sin duda alguna, es la BSO de Blade runner, de Vangelis. De todos modos, para mí la música siempre ha tenido un componente altamente descriptivo, relacionado con crear imágenes, historias en nuestro interior. Posiblemente por eso sea una de las facetas que más disfruto con Shurakay.

Mis favoritos: Bernard Herrmann, Carl Stalling Project, Cliff Martínez, Ennio Morricone, Hans Zimmer, Howard Shore, Jerry Goldsmith, John Williams, Nino Rota, Vangelis, Wojciech Kilar.


Bossa Nova, Brasil

También viene de la infancia. En casa se escuchaba mucho Bossa Nova y mi tío Roberto también ha provocado que escuche de todo, ya que él toca la armónica y la percusión. Blues por un tubo y músicas de otras culturas. Vinicius y sus famosos discos en La Fusa, Baden Powell y Jobim sonaron muchísimo en casa, y eso hizo que me interesara por ampliar la escucha en esa dirección. Después, al tocar la guitarra, me di cuenta de la enorme riqueza rítmica y armónica de la música brasileña. En cuanto a su riqueza rítmica, me recuerda al Flamenco. La capacidad con que las melodías viajan sobre las armonías, generalmente complejas, me pareció un ejemplo a seguir. Todo lleno de lirismo, muy cantable, pero flotando sobre una nube de acordes que me recordaban a los movimientos armónicos de Bach.

Mis favoritos son Antoni Carlos Jobim, Astrud Gilberto, Caetano Veloso, Clara Manhã, Baden Powell, Brazilian Stories, Edu Lobo, Gilberto Gil, Joao Gilberto, Pixinguinha, Sergio Mendes, Stan Getz, Toquinho, Vinicius de Moraes.


Blues y Soul

La base, la esencia primigenia de prácticamente toda la música llamada popular. La raíz principal de la que ha crecido y se ha desarrollado el lenguaje actual. De nuevo en casa, y gracias a Roberto, mi tío, he tenido el Blues siempre cerca, desde bien pequeño. Las primeras progresiones de acordes que aprendí con la guitarra eran bluseras. En cuanto podíamos, nos juntábamos para tocar con los colegas o con mi tío, y eso es gracias a que el Blues fue también un terreno libre sobre el que improvisar. Aunque tenía tendencia a tocar solo e improvisar sobre el silencio, el Blues nos daba una progresión común sobre la que poder conjuntarnos. Así que fue la ayuda que necesitaba para salir de mi habitación y juntarme con otros músicos. Aunque en los primeros grupos tocábamos Rock y Punk, pero con altas dosis de psicodelia, caos e improvisación. Además, el Blues es un bálsamo terapéutico que ayuda a sobrellevar las penas de un modo muy constructivo, creativo, espontáneo, pero exigente… tienes que estar ahí, dándolo todo en cada nota, si no, no es Blues.

Mis preferidos: Albert King, B. B. King, Big Bill Bronzy, Eric Clapton, Howlin’ Wolf, John Lee Hooker, Johnny Adams, Johnny Winter, Muddy Waters, Robben Ford, Robert Cry, Robert Johnson, Sonny Boy Williamson, Sonny Terry & Brownie McGhee, Stevie Ray Vaughan, Willie Dixon.


Clásica

La afición por los clásicos me llegó algo más tarde. Aunque los había escuchado, especialmente a Vivaldi, Debussy, Satie y Prokófiev, no tuve un interés en profundizar hasta después de empezar a tocar la guitarra. Lo curioso es que no la relacionaba con la música de las películas, que tanto me gustaba desde pequeño. Cuando la vi, me ayudó a entender desde otro ángulo muy diferente la tradición clásica europea. Después vinieron períodos de búsqueda, desde los clásicos más clásicos hasta la música contemporánea, atonal, serial, dodecafónica… descubrí un mundo de abstracción narrativa musical muy potente, lleno de recursos que, hasta mucho después, no he sido consciente de cuánto me ha influenciado. Los poemas sinfónicos y la música instrumental me llevaron a entender el instrumento desde otra perspectiva más amplia. La composición, los arreglos y las capacidades tímbricas de una orquesta eran campos aplicables a los instrumentos eléctricos y electrónicos. Eso me condujo, en cierto modo, hasta el Rock progresivo/ Rock sinfónico. 

Menciono a: Bach, Bartók, Beethoven, Berlioz, Debussy, Ligeti, Morton Feldman, Mozart, Satie, Sciarrino, Vivaldi y Xenakis.

(Continuará)