El pasado jueves 23 de diciembre -una fecha por completo inusual para la promoción de un disco-, Marea volvió a marcar la diferencia con la presentación para la prensa especializada de su último álbum “Los Potros del Tiempo”. La cita tuvo lugar en el cine Callao, en pleno centro de la capital, y en torno a la banda Navarra se reunió un nutrido grupo de periodistas, invitados (Luter, Maialen «Chica Sobresalto»…) y curiosos varios con ganas de conocer las opiniones de Kutxi y su cuadrilla.

Una vez más, los de Berriozar no defraudaron las expectativas y ofrecieron entretenimiento y espontaneidad a raudales. Se saltaron cualquier tipo de protocolo cuando cedieron su protagonismo en el escenario a sus compañeros de gira, sus convecinos de Bocanada, y plantearon la premiere como esa fiesta que siempre se traen de la mano de la logística de El Dromedario Records. El disco es oficialmente independiente, pero se siguen notando en el mundo Marea la mano firme de dos de sus grandes valedores: el guitarrista y eterno productor Kolibrí Díaz y el batería y ejecutivo discográfico Alen Ayerdi, responsable del sello del camello.

Marea comienza a celebrar su vigesimoquinto año de triunfal concordia mutua y milagrosa supervivencia en el Rock español, tras haber alcanzado todo lo que una banda de sus características puede conseguir. Como agasajo inesperado, los miembros del grupo fueron regalados con un vídeo sorpresa con felicitaciones de lo más diverso, desde las más previsibles de Fernando Madina (Reincidentes), Fito y Carlos Raya (Fitipaldis) o El Drogas -con improvisación cantada desde el local de ensayo- hasta las muy sorprendentes de los uruguayos La Vela Puerca, Manolo García, Jorge Martínez (Ilegales), Leiva, Rozalén, Enrique Bunbury, Andrés Calamaro e incluso Estopa con Jorge Évole. ¿Todas sinceras y sentidas? Juzguen ustedes mismos…  

El anfitrión y conductor de la rueda de prensa fue Fernando Garayoa, coordinador de la Navarra Music Comission, quien batalló con un Kutxi juguetón empeñado en quitarle hierro a toda solemnidad y hacer de sus declaraciones un continuo monólogo de humor e ingenio. El cantante y compositor volvió a recordar algunas de sus verdades ancestrales: que lo que él y sus amigos hacen no es trabajar sino disfrutar de una afición, que la unidad de la formación es lo que de verdad ha permitido su éxito… y que nunca protagonizarán un documental sin eso implica perder parte de su anonimato.

Marea seguirá en pie con sus cinco componentes de siempre o no será Marea, como no lo será si deja de seguir componiendo por generación espontánea, sin buscar la composición forzada y esperando a que la inspiración surja sin más. Del “Kuchitril” al estudio, y del estudio a una extensa gira en auditorios de gran aforo. Su gira de 2023 va a ser nuestro milagro rockero del año…, a razón de dos horas y media por concierto y la interpretación íntegra de «Los Potros del Tiempo».  

“Los Potros del Tiempo” es oscuro y luminoso a la vez, un álbum inspirado por el verso de una taranta del cantaor flamenco El Cabrero y que se introduce con un versículo del Apocalipsis según San Juan. El tema central de sus once títulos es el paso del tiempo y el final inexorable de la naturaleza humana, una obsesión sobre la que se proyecta una visión existencialista y a veces casi fatalista. El verbo apasionado marca de la casa vuelve a transmutarse en las guitarras eléctricas y las bases rítmicas y percusivas que hacen que la Marea suba y baje según dicte la luna de sus cinco artífices.

Marea juega sobre seguro y defiende con dignidad y argumentos esa coletilla tan afín a Kutxi: «pues sí, lo hemos vuelto a hacer, hemos vuelto a grabar el mismo puto disco otra vez». Pero no, amigos, esta vez hay que rascar en las lujosas ediciones físicas del álbum para empaparse a fondo de su arte gráfico y la poesía de unas letras que enriquecen el castellano en su batalla contra el anglicismo y los campos léxicos al uso. Un paquete de experiencias, que se dice ahora.

Y como otro rito maravilloso que se repite desde hace décadas, el quinteto volvió a dejarse las manos y las caras fotografiándose y firmando todo lo que sus seguidores y seguidoras les llevaron hasta el cine Callao. Lo hicieron entre las cuatro y media de la tarde… ¡¡y las once y media de la noche!! Pura vida, compadre… ya que hablamos tanto de la muerte.

Leo Cebrián Sanz

Fotografía: Fran Llorente.