Hace unas semanas Rikki Rockett, batería de Poison, habló sobre la primera versión de la portada del segundo disco del grupo, «Open up and say … ahh!«. Este LP fue lanzado el 3 de mayo de 1988 en EE. UU. y se vio envuelto en una gran controversia cuando cadenas de tiendas como Walmart prohibieron su venta por lo que consideraron una cubierta inapropiada, que mostraba a una modelo pintada de demonio con una larga lengua roja. La compañía discográfica de Poison finalmente cedió y ofreció una versión censurada de la portada que ocultaba la lengua -supuestamente- ofensiva. En la nueva tapa sólo se veían los ojos de la chica.
Rikki ha comentado más de treinta años después: «Mi amigo Mark Williams, que Dios lo tenga en su gloria, hizo esa lengua. Era una prótesis, obviamente. Hicimos la sesión de fotos con la modelo y el sello dijo que era demasiado normalita. Era una chica rockera con una lengua larga, el pelo recogido y un maquillaje muy llamativo, pero no les pareció lo suficientemente impactante. Así que fuimos a ver a Neil Zlozower (famoso fotógrafo de rock) e hicimos otra sesión con más detalles y maquillaje. Pero Walmart rechazó esa portada. Wally (se refiere al fundador de la cadena de tiendas, Sam Walton), que estaba vivo en ese momento, dijo que era una figura demoníaca y que no quería el disco. Tuvimos que reunirnos con directivos de la compañía discográfica, parecía que estábamos en el negocio de las portadas de discos más que en el negocio de la música. En realidad, nos daba igual sacar una portada verde o una portada blanca porque nuestro objetivo era sacar nuestra música. Pero nos dimos cuenta de que el porcentaje de ventas en Walmart era del 38 o 40 por ciento. Entonces los de la compañía dijeron: «Vamos a encoger [la foto] así». Y así quedó. Al final, la primera versión se convirtió en una edición de coleccionista. Pero se pueden encontrar, así como las fotos de ella de cuerpo entero. Por cierto, estaba desnuda. Era la novia de Bobby (Dall, bajista de Poison). No me dejaba mirarla mientras ayudaba a pintarle las rayas».
- Lo que es menos conocido es que ocurrió algo similar con la portada del siguiente LP de Poison (tercero), «Flesh & blood«. En sus primeras ediciones, en la parte inferior, se podía ver sangre que salía del tatuaje recién hecho que simulaba la imagen. De hecho, el vinilo que compró en Madrid quien firma este artículo mostraba esa sangre a la perfección.
En el verano de 1990 viajé a Inglaterra para asistir al festival de Donington (Monsters Of Rock), en el que actuaba Poison. Un par de días antes del evento tuve la suerte de acudir a la rueda de prensa que los músicos dieron en un buen y céntrico hotel de Londres para los periodistas europeos allí desplazados. A los españoles e italianos nos tocó sentarnos en una mesa con un antipático y borde -al menos aquella mañana- bajista Bobby Dall.
Antes me había agenciado, esta vez gratis, otra copia del disco “Flesh & blood” de las que allí estaban a nuestra disposición. Esta era la versión británica. Y descubrí con asombro que ¡la sangre había desaparecido de la portada! Esa fue la pregunta que decidí hacerle al bajista de Poison, quien contestó que, de nuevo, algunas cadenas de tiendas se habían quejado y la decisión fue hacer desaparecer todo rastro del, molesto para la vista de algunos, fluido vital.
Jon Marin