Y vamos para bingo: de nuevo estamos ante la apropiación indebida del trabajo de un artista. Aunque no llegó la sangre al río, el disgusto de Raúl Ruiz no se lo quitó nadie hasta que pudo aclarar el problema. Es lo que tiene la red de redes, que cualquiera puede coger tu trabajo sin permiso y hacerlo suyo. Suele ocurrir muchas veces cuando el producto carece de la marca de agua. Pero también hay personas que piden permiso o bien reconocen de quién es el original.
No hay mal que por bien no venga. Este momento amargo para el ilustrador me ha servido para conocer su gran trabajo con el pincel. Asimismo, para acercaros este artista rockero a todos/as vosotros/as.
La portada del 34 aniversario de Mägo de Oz, inicio del malentendido
Hacia el pasado siete de julio, en el muro de este ilustrador podíamos leer lo siguiente: “Recientemente han publicado esto en la página oficial de Mägo de Oz del Facebook, firmado por Miguel Burton. Pues bien, el dibujo de fondo es mío, lo ha cogido sin mi permiso, así que voy a proceder a tramitar denuncias y esas cosas. Si va de ilustrador, no va por buen camino”.
Todo indicaba que Miguel Burton debía ser otro colega de profesión en México. Según pasaban las horas -no contento con lo que estaba ocurriendo-, Raúl siguió su lucha para que fuera reconocida su autoría de esa ilustración y que por lo tanto llevase su nombre. Hablamos del dibujo del fondo de la citada portada de “los Mägo”, que es parte de un fan-art que el propio Raúl hizo sobre ellos. Para entonces ya se estaba compartiendo miles de veces por parte de la banda, sin permiso y sin mencionar quien era el artista del trabajo. Erraban pues en el nombre, ya que los de Txus o la persona encargada de este tipo de “historias” daba por hecho que el citado Miguel Burton era el legítimo autor.
Pasados unos días, el colega de México reconoció que cogió la imagen de Internet sin avisar, haciendo un montaje y plasmando su propio nombre, lo que daba a entender que era suyo al cien por cien. Nuestro artista logró ponerse en contacto con él, recibiendo disculpas por lo que había hecho, al tiempo que reconocía que ese montaje lo hizo sin cobrar y sin que nadie se lo encargara.
Al menos, un paso hacia adelante para conseguir aclarar la verdad. Ahora queda la banda, ya que siguen pasando los días y nadie da la cara, cosa que pone más de mal humor a este trabajador grafico que sólo pide aclarar de quién es el dibujo. Se sigue viendo, tanto en redes sociales como en la web oficial de Mägo de Oz, un nombre que no corresponde a la autoría de la imagen.
Por último, el día 11 de julio el propio Raúl Ruiz subía a su muro este comunicado de su puño y letra:
“¡¡CONSEGUIDO!!
Bueno, pues al final he conseguido que se me reconociera como coautor de la imagen del 34 aniversario de Mägo de Oz. Lo han cambiado tanto en la web como en el Facebook. Un poco tarde, pero bueno, si lo hubieran hecho el primer día se habrían ahorrado unas cuantas denuncias.
No se ha pronunciado ninguno ni me han dicho nada. Sin hacer ruido, el community manager del grupo ha añadido la línea y ha salido por donde entró; que no tiene porqué, pero habría estado bien una disculpa. Y porque Burton me ha avisado. Si no, no me habría enterado.
De nuevo os agradezco y os doy mil gracias por vuestro apoyo, a los que habéis discutido, peleado y gritado. Gracias sobre todo a Yolanda Carretero, que ha sacado las garras muchas veces.
Os doy mi bendición y podéis ir en paz”.
No hay nada mejor que a un trabajador se le reconozca su labor. Se ha aclarado el embrollo, aunque a su manera por parte de una formación que a la que precisamente dinero no le hace falta. Lo han ganado con el trabajo de una trayectoria musical envidiable; ante eso no hay duda y lo sabemos. Y luego está que te gusten o no.
Como yo, quizás os preguntaréis: ¿realmente a este tipo de bandas -con el nivel que tienen-, les hace falta mendigar trabajos en la red? Simplemente lo dejo caer, aunque a título personal creo que se trató de un tema puntual.
La “alegría” de apropiarse de los trabajos ajenos la conoce muy bien nuestro protagonista. Al menos en dos ocasiones Raúl ha sufrido en sus carnes el apropiamiento indebido de sus dibujos. Un restaurante para su carta…, pero también la venta de edredones con un fan-art de Iron Maiden realizado por él. Su nivel de “cabreo” ya le supera, aun cuando es una situación que hoy en día se produce en cualquier actividad artística. En todo caso, sepamos quién es este “pincel de oro”.
Un australiano en Cuenca
Raúl Ruiz Mateos nació en 1975 en Australia, de padres españoles que emigraron al extranjero en los años 60. Es el menor de tres hermanos y con tan solo dos años ya estaba en España junto a sus hermanos y padres. El negocio de un bar en Cuenca dio de comer a esta familia, que sin saberlo tenía a un verdadero artista en sus instalaciones. Sus largas horas entre fogones y menaje, junto con el habitual devenir de clientes, fue bien aprovechado por este futuro dibujante novel.
Empezó con el personaje de Mortadelo y los héroes de Marvel en una cocina que no paraba de atender comandas, sin ser esto impedimento alguno para dar rienda suelta a su imaginación. Ya en la adolescencia le gustaban los retratos a lápiz de actores. Dibujos para camisetas, cuadros al óleo…, Raúl le “pegaba” a casi todo. Dibujar comics le aburre bastante -algo no tenía que gustarle al hombre-, aunque sí los leía con asiduidad, sobre todo los de Spiderman y Conan. Otras de sus pasiones son el séptimo arte y la literatura, siendo Stephen King el escritor que más le aporta.
El caso es que en aquel establecimiento familiar y al “oído cocina” habitual, Raúl pasó veintisiete años creando personajes. Lo hizo ante un reloj que marcaba sus horas sin parar, envolviendo al artista entre las formas que iba descubriendo de dar vida a una ilustración.
Nuevas tecnologías, nuevos retos
Está claro que el constante avance de las tecnologías en el ámbito profesional es una herramienta con un sinfín de posibilidades. A nuestro ilustrador -amante del Heavy clásico de los 80: Iron Maiden, Judas Priest, Obús, Ñu, Barón Rojo…-, se le abrió un mundo nuevo con la adquisición de una tableta gráfica profesional, en la que su pantalla es como un lienzo con lápiz óptico incluido que hace las veces de pincel. Sus distintas opciones en los tipos, colores y grosores del trazo son algunas de las características que mejor supo aprovechar. Para qué más…
Los dibujos de algunas bandas que conocemos bien fueron presa de su imaginación. Empezó con uno de Barón Rojo, motivado por su pertenencia a un grupo de Facebook de esta formación. La venta de camisetas con esa ilustración dedicada al Barón fue el premio por tan elegante trabajo.
Un amigo común, David Peñuelas, se dio cuenta del “tirón” que tenía este hombre dibujando, por lo que le propuso exponer en las fiestas rockeras que él mismo organizaba. Los estudios Revirock o un bar en Coslada fueron las ubicaciones donde también se pudo admirar la labor de Raúl, que además repitió varios años por la buena acogida.
Ahora sí. Ilustraciones Ruizma, una realidad
No todo el mundo puede contar a los cuatro vientos que se presentó al servicio militar para probar nuevas experiencias, a pesar de que éste ya no era obligatorio. “Lo viví como si fuera un boy-scout y me divertí”, me confesaba este artista de los pinceles. Fue en ese momento de su vida cuando nació el nombre actual de Ilustraciones Ruizma, aprovechando ese momento de excepción que muchos hemos vivido. Para dar un nombre a la marca tomó el apellido, aunque en este caso, al ser corto, la cosa se quedó en “Ruizma”.
Senderismo, meditación o la práctica del taichi son otras de esas actividades que realiza este virtuoso del dibujo. Suponemos que esas aficiones benefician a su cerebro para que éste fluya mejor, dando paso así a unos bocetos e ideas acordes a su profesión. Fue entonces cuando este programador informático, webmaster y diseñador gráfico ajustó cuentas ante un empresario. Las consecuencias no se hicieron esperar: poco después, Raúl pasaba por la oficina del paro. Llevaba en su maleta mucho aprendizaje sobre soportes de impresión: tipos de papel, vinilos, lienzos o cartón pluma, junto con lo que ya de por sí sabía. Gracias a esa experiencia y el momento de cambio que vivía pudo arrancar Ilustraciones Ruizma (ruizma.es), que a día de hoy ya es una empresa plenamente constituida.
Calendarios e incluso monederos y mochilas con serigrafías de sus dibujos son algunos de los productos disponibles en una tienda on-line en la que también ofrece esos fan-art dedicados al Rock y al cine, ya que esta iniciativa empresarial lleva el Rock por bandera. Si quieres saber mas sobre este trabajador del dibujo, lo tienes también en Instagram (@raulruizmateos) y Facebook (raulruizmateos).
José Ramon Nieto “Kema Púas”
“Escuchar música te hace ser mejor persona y te limpia el alma. Si es Rock, mejor”.
[NOTA: a propósito de Barracüda, grupo que figura en el cartel del Margaritas Rock al que se refiere Raúl durante la entrevista, la organización del evento ha confirmado que la banda es la primera confirmada para la edición del próximo año].
Debe estar conectado para enviar un comentario.