por Leonardo Cebrián Sanz


Hemos querido esperar unos días para escribir esta crónica del festival Rocktiembre celebrado el pasado sábado 17 de septiembre, ya que creíamos conveniente observar las reacciones del público y la prensa  especializada. Los + Mejores siempre tiene su propio criterio, pero la trascendencia del evento merecía de un reposo para la reflexión tras la intensa jornada vivida en la plaza de toros de Las Ventas.

Analizadas las opiniones de unos y otros, muchas de ellas teñidas de un cierto radicalismo, he aquí el análisis que hacemos nosotros de los distintos elementos que dieron vida al acontecimiento.

El público

Sin duda lo mejor del evento. Desde el comienzo se pudo comprobar que había ganas por ver y escuchar a los seis integrantes del cartel. El acceso general al coso y los tendidos fue muy temprano y prácticamente nadie se movió hasta la finalización de las más de seis horas de concierto.

Una vez ubicados, los espectadores siguieron las evoluciones de los músicos con una entrega y apoyo totales. Pocas veces las bandas habrán contado con una audiencia tan entregada de antemano. Se intuía que había ganas de fiesta y celebración, pero lo vivido sobrepasó cualquier expectativa.

Quienes solemos acudir a las salas identificamos con facilidad las mismas caras desde hace años. Sin embargo, Rocktiembre pareció reunir a colegas que no se veían desde hacía años, parejas de rockeros que dejaron de salir de noche para cuidar a unos hijos ya creciditos, veteranos aficionados al Rock Urbano de los años 70 que no han vuelto a apasionarse por ningún otro estilo… y un sinfín más de casos aislados de amantes de la buena música que piden su sitio en la programación de los festivales.

La organización

Impecable. En los últimos quince años sólo hemos visto un caso similar, y fue la  producción de Carlos Narea para el macroconcierto que la cadena 40 Principales celebró en 2006 en el estadio Vicente Calderón. Quienes aventuraban un fracaso del Rocktiembre se encontraron con un respeto escrupuloso de los horarios, con una agilidad y dinamismo a la que no estamos acostumbrados en España. Incluso fueron capaces de parar a José Carlos Molina cuando quiso sobrepasar el tiempo del que disponía…

Por otra parte, resultó impresionante experimentar lo que es una grabación en vivo cuando de verdad hay medios para realizarla. Parte de lo que integrará el DVD que se editará dentro de unos meses pudo apreciarse «en bruto» en las dos pantallas que rodeaban el escenario… y una tercera en la que se proyectaron animaciones y documentos visuales del pasado de los protagonistas. Las grúas y carriles no molestaron la panorámica de los espectadores que permanecieron de pie, al tiempo que daban una majestuosidad escenográfica que ya nos gustaría ver más en los festivales de rock.

Los animadores

La implicación de la cadena de emisoras Rock FM en el festival permitió contar con las dos personas que mejor encajaban con el perfil de público: Vicente «Mariskal» Romero y Juan Pablo Ordúñez «El Pirata». Los dos locutores y DJs son tan legendarios como los propios grupos a los que introducían y actualmente viven una segunda (o tercera) juventud profesional.

Sus intervenciones entre artista y artista fueron justas y precisas…, considerando el carácter siempre imprevisible del Mariskal, una figura del rock and roll aun no siendo cantante ni instrumentista. Su natural vehemencia fue compensada por El Pirata, que pinchó canciones muy bien seleccionadas que literalmente levantaron al público de sus asientos.

Las bandas

Existía la tentación de convertir la cita en un gigantesco karaoke de éxitos añejos, pero varios grupos demostraron una inesperada osadía a la hora de confeccionar sus repertorios. Coz prefirieron tirar de sus estribillos más populares -una decisión acertada dado que abrían la velada y hace ya muchos años que no publican discos con temas nuevos-, mientras que Topo sacrificó su reciente productividad en pos de una reivindicación del excelente cancionero de sus primeros LPs. Ñu también se abonó a la fórmula de los grandes clásicos, en la misma línea de esa vuelta regular a los escenarios que culminó con la celebración de su 4o aniversario en la sala Joy Eslava.

Por contra, Asfalto y Burning nos sorprendieron con una lista de títulos que muchos no esperaban. Julio Castejón ha encontrado en su hijo Paul un apoyo vital para atreverse con composiciones que durante mucho tiempo mantuvo en el ostracismo, como la joya inicial del primero disco o las letras que Miguel Oñate cantó para «Cronophobia». En cuanto a Burning, Johnny sigue «sexualmente activo» con las partituras y de ahí que colocara en el set-list algunas de las aportaciones de sus últimos capítulos.

También fue divertido escuchar dos veces «Días de escuela» en las respectivas versiones de Asfalto y Coz, y que Barón Rojo atacaran a la CBS de «Con botas sucias» sobre las mismas tablas que horas antes habían pisado Coz. Porque sí, las polémicas no las inventó Twitter…

Y por cierto, que nos encantó disfrutar de los coros femeninos como apoyo para las canciones de Coz, Ñu y Burning. Ojalá que cunda el ejemplo, porque le dieron a las canciones un empaque y encanto del que quizás adolecían en directo algunas de las originales. En cuanto a la violinista Judith Mateo, ya la consideramos una parte indispensable de Ñu, por lo que bien podía integrarse en la formación desde el comienzo mismo de sus presentaciones en vivo.

Varios: sonido, seguridad, restauración, mercadería…

Hay opiniones acústicas para todos los gustos… o lugares desde los que se vio el festival. El viento perturbó en ocasiones la percepción en la parte alta de las gradas, mientras que existe una coincidencia generalizada respecto al deficiente registro que salió de los altavoces de Barón Rojo.

También hubo quejas por el precio de las consumiciones y su escasa variedad, si bien nos tememos que esta deficiencia se deba a la contrata que habitualmente atiende los festejos taurinos de la Feria de San Isidro y los macroconciertos ocasionales del resto del año en Las Ventas.

En cuanto a la seguridad, afortunadamente poco que decir. Las entradas y salidas se efectuaron con rapidez y los cacheos fueron mínimos, habida cuenta de que el público presente resultaba todo lo contrario a conflictivo.

La camiseta oficial del Rocktiembre es desde ya un fetiche para la historia. El resto del «merchan» disponible no era el mejor diseñado de la historia de la mercadotecnia musical, pero los grupos aprovecharon para vender en un entorno único esas ediciones en vinilo, CDs, camisetas y demás parafernalia que tanto cuesta encontrar en venta directa.

 

Ganadores y perdedor(es)

En el podio final del Rocktiembre, esta publicación coloca a Topo como medalla de oro, Asfalto como plata y Ñu en un disputado bronce con Burning. Coz se ganó un dignísimo diploma olímpico y sólo los hermanos De Castro se quedan sin premio alguno.

Desgraciadamente, a raíz de la actuación de Barón Rojo en el festival se ha iniciado una «caza de brujas» en los medios digitales a la que no queremos agregar más leña. Sólo vamos a añadir un punto de vista constructivo, y es que quizás habría que replantear la posición de este tipo de bandas en los carteles y contrataciones. No debería pasar nada por alterar un cierta lógica en los méritos históricos y dar prioridad a quienes se encuentren en mejor forma artística.

 

Coz: Abran fuego / Bate de béisbol / Leche en polvo / Te persigue un cowboy / Más sexy / Imagínate / Adiós delgadita / Las chicas son guerreras / Juegan para ganar

Topo: Los chicos están mal / Marea negra / Ciudad de músicos / Blues del dandy / Vallecas 1996 / Colores / Trae contigo tu amor / Días de escuela / Mis amigos dónde estarán

Ñu: Preparan / No hay ningún loco / La granja del loco / Fuego / Ella / Sé quién / El tren / El flautista  / Más duro que nunca

Asfalto: No estás solo / Ya está bien / Más que una intención / Molinos de viento / La batalla / Días de escuela / Rocinante / Es nuestro momento / Capitán Trueno

Barón Rojo: Rockero indomable / El Barón vuela sobre Inglaterra / Chica de la ciudad / Incomunicación / Las flores del mal / Hermano del rock and roll / Con botas sucias / Satánico plan / Resistiré / Cuerdas de acero

Burning: Madrid / Jim Dinamita / Willie Dixon / Tú te lo llevas todo / Todo a cien / ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? / Bestia azul / Like a shot / Ginebra seca / Esto es un atraco / Es especial / Mueve tus caderas