¿Cómo era aquello de que “tres tristes tigres…”? Pues así es como se llamó al comienzo este trío y así se iba a titular de hecho su primera grabación, aunque el tiempo desechó la idea. Las nuevas palabras elegidas fueron “Eléctrica Religión”, que ha dado nombre al primer disco de esta banda nacida en Valencia en 2018. De ella conocimos varios adelantos previos: su particularísima versión de “Maneras de vivir”, el clásico de Leño, y los también avances “Ya es libre” -primer videoclip-, “Pluma de cristal” -segundo-, “Un juego de azar”, “Nada volverá ser igual” y aquel que da título al álbum. Todos los temas menos el primero forman parte de su colección de quince canciones de estreno.
Iván Moya (voz y guitarra), Pablo González (bajo) y Javi Pérez (batería, sustituto de Paco Muñoz desde noviembre de 2019 y éste a su vez de Luis Martínez desde el previo mes de marzo) reconocen que sus influencias son bandas nacionales como los citados Leño, Topo, Alarma, Los Deltonos, Sobrinus u O’Funkillo, aunque es el panorama internacional el que marca su brújula de referencias: Led Zeppelin, Cream, Thin Lizzy, ZZ Top, Red Hot Chili Peppers o las guitarras mágicas de Jeff Beck, Rory Gallagher o Jimi Hendrix -a él dedican ex profeso la letra y música de “Eléctrica religión”-.
Ni que decir tiene que su sonido te lleva derechito a la década de los 70, aunque sin sonar impostado o forzado en la inspiración. Es más, el uso del castellano le da un aire distinto, más cercano e identificable con el Rock de autor o incluso el Classic Rock español, que haberlo lo hay.
El primer concierto de Tiger se fecha en julio de 2018 y tras la pandemia y el trabajo en el estudio regresaron a los directos en junio de 2022. Como es una formación hermanada con Abismo, banda en la que también toca Iván, han sido algunas las noches que han compartido escenario con los turolenses. Asimismo han tocado en Castellón, Zaragoza y, por supuesto, la capital y algunas ciudades importantes de la Comunidad Valencina, como Patraix o Puerto de Sagunto.
Leo Cebrián Sanz