Con sano regocijo hemos recibido la noticia de la aparición de un nuevo grupo catalán llamado Ultra Infierno. El sentido del humor lo han puesto ellos desde el principio, ya que se autocalifican de «terrible monstruo del Metal» y hacen de su libertad y descaro toda una carta de presentación. Comenzaron sus maniobras en enero de 2015, momento en que se plantearon la grabación de su primer disco, que han finalizado en mayo del presente año.

El Heavy Metal en castellano de esta banda de Barcelona se puede escuchar en su compacto de debut, al que ha titulado «Atroz». Este contundente combate estrella de boxeo en una imaginaria Accept Boxing Association va soltando sus golpes en una sucesión de diez temas que despiertan cierta agresividad y músculo, ya que incluso el registro de su vocalista Chacal tiene ese desgarro característico de los cantantes del totémico modelo alemán.

El cuarteto confiesa también su devoción por Mötorhead y WASP. Su talento natural y las obvias influencias dan como resultado ese característico Heavy Metal acelerado que a veces nos llega de la Ciudad Condal, tan hosco y malencarado que se hace necesario cuando lo políticamente aburrido manda en el género. Atentos a sus proclamas: «Atroz», «Las voces», «Brasa», «Destruye», «Muerte natural», «Jugando con cuchillos», «Holocausto», «Espantoso accidente», «Putrefacto» y «Tus muertos viven».

Este aire macarra propio de la vida en las grandes ciudades lo proporcionan la guitarra de Al. Duch, el bajo Fender Precision de Gus y la batería de J.B. Ibáñez.

La advertencia de estos devotos de la «vieja escuela metalera» de las gafas negras de espejo no deja lugar a dudas: «Siendo conscientes de cuán enferma está la sociedad en la que vivimos, declinamos toda responsabilidad en el infausto caso de que a algún imbécil se le ocurriera llevar a la práctica las atrocidades que quedan reflejadas en el discurso lírico relativo a este CD».

Y más chulos que un ocho, advierten que «Atroz» «no va a ser editado por ninguna compañía discográfica, ni aparecerá en ninguna plataforma digital a excepción del single promocional en Reverbnation y en el bandcamp de la propia banda». Hay copias físicas del disco a 10 euros, así que los coleccionistas ya están tardando en hacerse con una.

Leo Cebrián Sanz