Imagen de portadas: La Ira / Los Penúltimos.
LA IRA – El trapecio y el abismo (Independiente)
Dando vida más allá de El Gitano La Cabra y La Trompeta, Raúl Jiménez no se descuelga de los escenarios y contraataca con una nueva banda: La Ira, y un nuevo disco: ‘El trapecio y el abismo’. Rock sincero y de estilo libre. Este trabajo nos ofrece composiciones y poemas donde todo cabe, disfrutamos de letras sobre la noche, la vida, la sinrazón del amor y las relaciones sentimentales o de la sociedad actual, que pisotea a los de más abajo. Las piezas van del Rock con sabor a bar a las bulerías personales donde abundan la prosa y el ritmo.
Destacan canciones como ‘A la vuelta de la esquina’: clara alusión a los tiempos turbulentos que vivimos, con gente pasándolo mal de base y gente enriqueciéndose por deporte (la mejor pieza del disco); ‘El penal’: para la gente de México, que lucha contra todo y todos; ‘Los conflictos’: ¡ya era hora de que alguien escribiera sobre parejas de gustos y costumbres opuestos!, quien la escuche recordará alguna pareja cercana; y ‘¿Qué te debo?’: deudas que contraes con la vida cantadas en colaboración con Vito (Sínkope).
Los que disfrutaron de El Gitano… se reencontrarán con el sonido, las letras y la autenticidad que tanto éxito dio a la formación con fuerzas renovadas.
Ricardo Bayón
LOS PENÚLTIMOS – Pequeñas victoria (Independiente)
Cuidada producción para este tercer trabajo del grupo madrileño. Los once temas que lo componen nos descubren una banda madura, serena y sin artificios. Si de un viaje se tratara, no nos aburriremos del mismo paisaje, ya que podemos escuchar clásicos Blues, Rhythm & Blues, Rock & Roll o incluso sonidos Ska.
Las letras, algunas más trabajadas que otras, son una forma tranquila de asomarnos a nuestras complejas vidas; todas escritas por Ernesto Ulíbarri (voz, armónica y guitarra rítmica). Escuchando canciones como ‘Al llegar la madrugada’, ‘Un nuevo día, un nuevo amor’, ‘Blues del calamar’, ‘Donde las dan las toman’ o ‘Las dos penas’ te transportarás a esos pequeños pubs que en los ochenta destilaban tanto alcohol como buena música.
Un buen trabajo.
Fernando S. Pérez