FESTIVAL LORCA ROCK

CIUDAD: Lorca (Murcia)
FECHA: 14 agosto 2004

Por Marta M. Crisol (redonda) & Jon Marin (cursiva)

M: Os quejáis de que Lorca está lejos de Madrid pero no os quiero ni contar lo interminable que se hace el viaje en autobús desde Málaga. Nada, que no llego todavía.

J: Pues te está esperando una de las habitaciones que los de Europe han rechazado, no han querido alojarse en la misma localidad del festival para evitar el incordio de los seguidores. Y El Pirata, usted, señorita, y el que siempre escribe cosas de éstas deben dar buena cuenta de ellas. Y de la piscina preciosa y enorme del hotel, por la que los de TNT dan vueltas raras que no les llevan a ningún sitio (son paseos en noruego, no se entienden). ¡Qué bien se está aquí!, con la barriga llena aunque nos hayamos perdido la comida con unas ‘Mahous’ y las ardillas.

-Ya he llegado.

-A darse prisa que ya nos hemos perdido a los primeros del día.

-Y a los segundos, a los terceros… ¡Vaya horas!

-Pilla papel y ‘boli’, preguntas y lo cuentas.

-Lo que usted mande jefe. De Dream Evil dicen que mola el cantante… y que hacía mucho calor. De Crematory que también han puesto su esfuerzo y que han pasado más calor, por oscuros. After Forever parece ser que han gustado más; será porque la voz la pone una tía y eso siempre llama la atención. Han hecho la versión de Maiden “The Evil that men do” y ha salido el vocalista de Dark Moor en un tema.

-Ese chaval me saludó una noche en el Rainbow. ¡Lástima que su discográfica no nos envíe sus discos!

-Pues ese curro que te ahorras, bobo.

-También es verdad. ¡Joder, qué calor! ¿Aquí no hay piscina?

-¡Ah! y que conste que estos dos últimos grupos gustaron mucho al camarero ‘rompe-vasos’ (la resaca es muy mala para trabajar) que nos servirá mañana. Sí, el de la falda o algo parecido, el que preguntará si ése que hay al lado de Jon Marin es El Pirata.

-¡Qué graciosa eres! A todo esto, está tocando Axel Rudi Pell y, como me ocurrió en el festival Machina, no me llama en absoluto la atención. Ni sus composiciones ni su forma de tocar, aunque su actuación gana enteros gracias a estar rodeado del mercenario Mike Terrana a la batería -toda una máquina- y de un buen cantante, Johnny Gioeli, que, seguro, acercó al escenario, además de a los ‘fans’ del guitarrista, a los fanáticos ‘AOReros’ presentes, que eran muchos. Momento álgido: La interpretación de “The temple of the king” de Rainbow. Para variar, su comienzo me pilló meando.

Recuerdo haber visto a Magnum en Canciller cuando todavía el helado no existía. ¿Puede ser hace doce años? ¡Dios, cómo pasa el tiempo! Tengo un recuerdo imborrable de aquel concierto: íntimo, precioso… Pero si los pones en un festival veraniego, a cielo abierto, con la gente con ganas de marcha y no precisamente de viajar por dulces melodías escuchando ‘medio-tiempos’ o baladas… la cosa no funciona. Súmale que no eligieron sus temas más comerciales y tienes a ‘medio-Madrid’ saludándose, dándose besos, “¿Cómo tu por aquí, bonita?”, etc. y al resto jalando (‘El Piri’ no come, jala) y comprando más cerveza. Hablando de, alguien me preguntó si al cantante Bob Catley le gusta la ‘bebida-dorada’. ¡Ya te digo; demasiado!

-Te toca a ti, ¿no?

-No, no, sigue tú que yo prefiero bailar.

-¡Por fin TNT en España! Público con muchas ganas de ver a los nórdicos y de demostrarlo. Ahora la papeleta la tienen que resolver ellos. ¡Y lo hicieron! Parece que a nadie le importa la falta del bajista Morty Black. El guitarrista Tony Le Tekro (que también se ha apuntado a la moda del pañuelo para tapar la frente vacía de pelo) se salió, y, si no somos muy exigentes, estuvo bien el cantante, Tony Harnell, al que no le sienta igual el paso de los años en su rostro; si al menos conservara la gran melena de su época de mozo, podría disimular. Temas de su último disco (del que no hablo porque no lo hemos recibido) lanzaban al respetable a botar y bailar con los clásicos, con los que se esperaban ansiosamente: “As far as the eye can see”, “Caught between the tigers”, “Forever shine on”, “Intuition”, “10000 lovers (in one)”, “Seven seas”, etc. Para acabar, “Everyone’s a star”. Muy divertido.

-¿Pero los coros no estaban grabados?

-Ya, pero yo estaba bailando a tu lado, ¿o es que no me has visto?

-Sí, claro… Bueno, bueno, pues nada.

-Lo dejo, tía, ahora sí te toca.

-Es fácil. El retorno de Europe los devuelve a lo más alto. Fantásticos de forma: musical, física, etc. Público variopinto y entregado hasta la extenuación, un sonido perfecto y diversión desde el puesto del fondo (de camisetas) hasta el del batería al final del escenario. Nunca los habíamos visto con John Norum y fue un placer. Joey Tempest estuvo estupendo también. Sonaron, entre otras, “Stormwind”, “Ready or not” que fue una explosión de placer, tocaron una nueva cuyo título no recuerdo…

-Jon, ¿han mandado el último CD a la oficina?

-No.

-Pues que les jodan. También “Superstitious”, “Carrie” que lo defendió, solo, el cantante en acústico… ¡La leche! Para acabar de moler mis cansados pies, no faltaron “Cherokee”, “Rock the night” y, ¡sí!, “The final countdown”. Increíble, gran ‘show’.

-Y que lo digas. Sólo añadir, aunque muchos lo saben a estas alturas, que Europe es una gran banda de Hard Rock (y eso es Rock Duro) sobre el escenario; nada que ver con el Pop, nada moñas. Ahora sigue tú, yo me voy al hotel.

-El festival lo acabó un grupo italiano…

-Espera, espera. Me queda dar las gracias a Carlos Destroyer (un abrazo, amigo) y a su web (rockangels.com) por cedernos las fotos. Claro está, a Noelia Novillo que fue quien las hizo. (¡Cómo me ponen esas gafas!). También –y ya acabo, que no soy Almodóvar- a todos los del autocar por lo que me tuvieron que aguantar. Si yo no duermo, “¡aquí no duerme ni Dios!”

-Decía que cerró un grupo italiano formado por cuatro chicas más un chaval guitarrista, para dar cuerpo a la música, que se pintan como Kiss y hacen versiones del mítico grupo. Kissexy, técnicamente, no son nada del otro mundo, pero, dado que las canciones las conocíamos todos, resultó divertido como fin de fiesta. Lástima no haber escogido a mejores músicos -aunque la idea es buena para acabar un ‘festi’-, y que el chaparro no dio sombra al coche al día siguiente.

-Más lástima aún el bolo del Pirata que te perdiste en Murcia en el mEjor garito de la ciudad: La Boca del Lobo.