Cualquier cosa que lleve el nombre de Juan Olmos es siempre motivo de interés para el buen aficionado al Rock. Esta vez su participación resulta inusual respecto al resto de su carrera (Antigua y Zyclope, entre un buen número de trabajos musicales), ya que el cantante se ha implicado en Caravana Underground, un grupo con una propuesta bien curiosa.
El quinteto ha contado con la voz, los teclados y los arreglos de Olmos en su propio Olmostudio, donde ha grabado, mezclado y masterizado las seis canciones de este homónimo CD de debut editado por Rock CD. Sus compañeros han sido los cantantes Mariano Gómez y Chus León, Nacho Ortiz a la guitarra y Mac Hernández en el bajo y una nueva aportación vocal. A la fiesta de las colaboraciones se sumaron JuanThomas (voz), Manuel Álvarez Ugarte (guitarra clásica), Kabra Torinos (bajo), Abraham Vázquez (batería) y Juanma («poesía y alma de rock&roll»).
El repertorio del primer disco de Caravana Underground crea un agradable desconcierto, ya que comienza con la musicalización de tres poesías de Miguel Hernández: «Como los marineros», «Aceituneros» y «Rosario, dinamitera». Dice al respecto Mariano Gómez: «Miguel (…) es quien guía la caravana desde que llegó. Como un rayo deslumbró mis ojos y decidió quedarse en el corazón. Apenas concibo el mundo sin su latido amante de la vida. Al margen de mi familia nadie se ha metido tan dentro».
Tras el Rock Poético se reivindica a Moris con una versión de su canción «Un golpe de suerte». Sabia elección en ambos sentidos, ya que el pionero argentino no es un artista del que se acuerden muchos músicos en España, pese a lo importante que fue su aportación a nuestra escena a finales de los años 70. Tampoco la canción seleccionada es la de siempre -«Sábadonoche»-, por lo que alabamos el buen gusto de quien se encargara de elegirla.
Y por último, Mariano Gómez canta dos de sus composiciones propias -«Rock de mi barrio» y «La Flor»-, dado que es él quien realmente encabeza Caravana Underground. Al final lo que queda es un regusto muy agradable a Rock de autor, el clásico Rock and Roll madrileño de casticismo y actitud casi «sabinera»… y un cierto riesgo a la hora de mezclar los ingredientes de este divertimento, que por descontado nos gustaría ver asentado en el circuito de clubes de la capital.
Leo Cebrián Sanz
(Artículo publicado el 23 de octubre de 2019)