Me dispongo a escribir este artículo a pocas horas de presenciar el increíble «bolo» del pasado sábado 21 de diciembre. Aún en caliente, quiero intentar transmitiros lo vivido en este pueblo manchego famoso quizás por su vino, por un establecimiento pizzero y por más cosas que no vienen al caso. Los protagonistas fueron dos bandas que dejaron claro que están aquí para quedarse (¡y de qué manera!), pero también el público.

Por mis palabras puede parecer que se trata de otro domingo más por la mañana, cuando entras en tu Facebook y empiezas a leer los típicos posts después de un concierto de la noche anterior. Todo son agradecimientos, siendo las bandas las mejores y mejores aún las personas que las integran. Puede que ocurra, por supuesto, pero qué pasa cuando la asistencia de público no ha sido la esperada. Es entonces cuando intentamos que la photo phinish dé otra imagen más positiva en lo que aforo se refiere, y que parezca que fue una noche «brutal» en todos los sentidos.

Pues no, no voy a caer en ese tipo de «artimañas» para intentar limpiar la imagen de nuestro rollo a cuanto a directos. La realidad es la que es y punto. Pero sí voy a demostrar con vídeos a lo largo de este artículo lo acontecido en la sala El Mirador del mencionado pueblo castellano-manchego, no sin antes pedir disculpas de antemano por la calidad del sonido. Lo que interesa es que quede plasmado el ambiente vivido esa noche.

Está claro que el público de Tomelloso demuestra «a muerte» lo de llevar el Rock en la sangre apoyando a sus bandas. ¿Cuántos Tomellosos nos hacen falta para que nuestra escena coja otro color? Desde aquí quiero rendir un sentido homenaje a todas/os los que estuvisteis esa noche, apoyando y creando un excepcional ambiente de hermanamiento. Personalmente es un placer sentirme como en casa, ya que tengo la gran suerte de conoceros a todas/os… o casi.

 

Local de ensayo de Incordian

Día desagradable el del 21 de diciembre, con inclemencias del tiempo propias del invierno. Esta contrariedad no hizo mella en mí a la hora de desplazarme hasta un pueblo de La Mancha Alta, de nombre Pedro Muñoz, situado en la margen derecha del río Záncara. En esta localidad tienen el cuartel general los «cañeros» Incordian. Desde fuera se podía escuchar un tema de lo que suponía su inminente primer disco, ya que solo tenía referencias habladas por parte de sus hermanos de Vinodium.

Aunque eran totalmente desconocidos para mí, nada más entrar en el local y después de las correspondientes presentaciones y abrazos, les pedí que me tocasen dos temas para poder escucharlos in situ. Buffff, brutal, qué caña. Me encantan. Ya me habían avisado: ojo con Incordian, que son muy cañeros y están muy locos. Razón no les faltaba. Buena gente, con las ideas claras a la hora de componer y hacer música. Inmediatamente después iniciamos la sesión de fotos que podréis ver en las redes sociales.

La «info» que tienen es mínima al ser una formación novel, por lo que pasamos directamente a la entrevista. En ella hablamos de sus influencias musicales, conocemos en qué fase está el nuevo y primer disco del grupo, de qué hablan las letras y qué opinan sobre la actualidad musical del país. Incluso no se cortaron y se expresaron sin pelos en la lengua a la hora de opinar sobre las bandas tributo. Hasta bromeamos con quién llegaba siempre tarde a los ensayos… Se habló también de la fecha que tienen prevista en la madrileña sala Barracudas el 18 de enero de 2020, junto a dos formaciones más. Fue una charla como a mí me gusta, distendida, pero que a la vez hizo un buen repaso a una banda con ganas de hacerse un hueco en la escena.

Acabado el trabajo inicial de fotografías y entrevista, nos pegamos un homenaje comiendo. Debido a otros compromisos por parte de todos, no fue posible hacerlo conjuntamente, quedando en la sala a eso de las 17:00 horas.

 

Sala El Mirador, 21/12/19. En tu casa o en la mía: Vinodium e Incordian

Nada más entrar en este garito se respira buen rollo. Sonaban de fondo Eskorbuto, La Polla y grupos de esa índole -mezclados con bandas de Metal-, por lo que de alguna forma retrocedí a mi época más joven, llena de buenos recuerdos musicales. Al cabo de unos minutos empezaron el montaje y la prueba de sonido. La sala se fue llenando poco a poco, ya que está abierta como bar de copas hasta el momento del concierto, que cuando procede se cierra para dar paso al cobro de una entrada. No quiero pasar por alto el excelente trabajo del técnico Adrián Gómez ‘Rocky’. Ya en la prueba de Incordian se apreciaba el sonidazo que se avecinaba.

Los miembros de Incordian bromearon entre risas al referirse a la boda de su batería, ya que al parecer fue «gorda» la que liaron. Sus compañeros invitaron a la pareja a casarse de nuevo, sólo para liarla otra vez. ¡Pero que «c******s» son! El maestro de ceremonias de esa juerga fue el cantante Paco (ja, ja, ja, ¡qué grande eres!).

Poco después empezaron a llegar miembros de Vinodium. Como siempre, el que más tardó fue el guitarrista Ángel, el señor más serio del Thrash de este país. Aunque quizás no sea «seriedad» la palabra más adecuada, sino el expresión «exigencia nivel 10». Prueba de ello es el el discazo que se han trabajado. También en el contacto directo se notan también sus ganas y profesionalidad.

 

Incordian: derroche de brutalidad

Sobre las once de la noche subieron al escenario Paco (voz), Adrián (bajista), los hermanos Manu y Dani (guitarras) y el batería Sergio. Todos los pronósticos se hicieron realidad. Thrash Metal con un sonido que muchos quisieran, y unas letras con doble sentido que cada uno puede interpretar como quiera. Y como os he contado anteriormente, un público que nos dejó sin palabras.

Los temas fueron cayendo uno a uno como una maza en cada cuello de los que estábamos viendo a estos «locos». Con señal incluida de rotonda, invitando a todos… ¡¡a ya sabéis qué!! Todavía no sé de dónde sacó la señal. No sé si la llevaban en la furgoneta como parte del backline o qué. Vamos a preguntárselo directamente a a Adrián, el bajista.

 

 

Y con Vinodium, la «Involución» de nuevo

Sí, últimamente estamos hablando mucho sobre este grupo, que conocimos en la batalla de bandas del Hell Rock Fest en su cuarta edición. También pronosticamos que estos músicos van a tener un buen futuro. Pruebas van cayendo cada vez que se suben a un escenario. Actualmente ya están en boca de muchos medios especializados como un valor grande para el Metal de este país.

Y qué comentar del disco. Creo que está todo dicho y no quiero repetirme para no ser «cansino»; en efecto, hay más bandas, pero no me quería perder la puesta de largo en su Tomelloso natal. Sabíamos que seguramente iba ser diferente, ya que tienen fieles seguidores en este pueblo. No nos equivocamos… y a las pruebas nos remitimos.

En su propia actuación no faltó la invitación a subir al escenario y ponerse al bajo a Noelia Baños Navarro, «Noe» para los amigos/as. El tema elegido fue «Involución», en el que esta rockera aportó su maestría al bajo. Quizás para ella fue un momento para recordar en su vida, ya que se le veía muy integrada en la banda. Momentos antes era una más entre el público, totalmente eufórica y apoyando sin duda a sus paisanos. Suerte en el mundo musical, «Noe», porque actitud y conocimientos tienes para seguir trabajando el instrumento de las cuatro cuerdas.

Ángel guitarrista de Vinodium, nos explica cómo tienen el cuerpo después de lo vivido el sábado 21 de diciembre.

 

 

Noche magistral en todos los sentidos, con dos bandas emergentes luchando contra viento y marea sobre todas las adversidades actuales dentro de nuestra cultura y nuestra forma de vida.

ENHORABUENA.

José Ramon Nieto «Kema Púas»

«Escuchar música te hace ser mejor persona y te limpia el alma. Y si es Rock, mejor».