Garraspera se presentó con un EP titulado “Cara A” a comienzos del año que acaba. En breve llegará su segunda entrega, “Cara B”, en formato EP o LP -está por decidir, como nos adelanta en exclusiva en esta entrevista- pero de este trabajo ya nos ha regalado tres adelantos que prometen mucho: los temas “Arde Monfragüe”, “Arrebato” y “Mila doinu aidien”, una versión de Gatibu.

Hablamos con el protagonista de este proyecto, Juanfran Monroy, un extremeño que tiene lo vasco en una parte de su corazón.


por Jon Marin


Cuéntanos sobre tus principios en la música y tu primer grupo conocido, Ketedén.

El proyecto Ketedén empezó allá por el 2012, en Ceclavín (Cáceres), cuando nos juntamos tres colegas del pueblo y empezamos un poco a hacer cosillas, echarnos unas risas… Lo principal era disfrutar y pasarlo bien. Esto duró poco tiempo ya que en 2013 nos fuimos cada uno a vivir a lugares diferentes. Pero ese proyecto lo dejamos en su día en tan buenas manos, que hoy en día están a puntito de sacar su primer trabajo de estudio después de unos años de parón.

A continuación emigraste al País Vasco.

Sí, por mi situación laboral tuve que marchar a currar al País Vasco, caí en Agurain, el pueblo de La Polla Récords, un lugar de la llanada alavesa, a 25 km de Vitoria-Gasteiz. Allí, después de unos años, y yo siempre conectado con la música y haciendo cosillas en casa por mi cuenta, conseguí tener preparada una maqueta de unos cuantos temas para grabarlos. Me junté con Joel Márquez, actual guitarrista de La Excavadora, y entre los dos le dimos forma a siete temas de esa maqueta que llevamos al estudio. Convencimos a otro par de colegas, Ferdy a la batería y Lesaga al bajo, y ahí empezó el proyecto de La Zigarra.

¿Qué recorrido tuvo La Zigarra?

Nos estrenamos junto con los mallorquines Mala Hierba en la sala Urban Rock de Gasteiz. Dimos algunos conciertillos más por Madrid, Bilbao, Agurain y en Extremadura, en Ceclavín, donde nos despedimos en la presentación del “CeclaRock”, festival que se celebra cada año en esta localidad cacereña. Es ahí donde se puso punto y final al proyecto La Zigarra. Aún quedan canciones de ese proyecto que puede que algún día vean la luz.


¿Y cuándo decides crear Garraspera y por qué?

Es curioso que, embarcado en el proyecto La Zigarra, yo seguía haciendo canciones de todo tipo con la acústica y las iba guardando, porque nunca se sabe… Después de varios intentos fallidos de montar una banda, ya establecido yo en Madrid, decidí hacerlo en solitario. Así que me puse manos a la obra terminando de dar forma a las canciones para poder grabar un EP. No tenía nombre todavía. Estaba pensando seguir con el antiguo proyecto pero en formato acústico, y un buen día me llegó a la cabeza el nombre de “Garraspera”, que sí, que está bien dicho, en mi tierra se dice así.

(Aquí creo que Juanfran está haciendo alusión al comienzo del artículo que publiqué presentando Garraspera a nuestros lectores).

Continúa el compositor, cantante y guitarrista contándonos:

Con todo preparado, me puse en contacto con Lülu de Forraje, que acababa de abrir un estudio en Fuenlabrada. Con cinco temas nos pusimos a tope a grabar con Lülu a los mandos de la producción. Nos echó una mano Rodri Arias a los arreglos de guitarra y alguna cosilla más, y es ahí dónde y cuándo se empezó a cocinar el proyecto.

En directo te presentas a veces en solitario, otras acompañado, pero siempre en acústico, ¿verdad?

De momento los directos son acústicos, algunas veces en solitario y otras veces me echa una mano Iván Sierra de los Ketedén. Al final nos hemos dado cuenta de que, yendo en acústico, es menos lío de mover cacharros, je, je…

¿Estás abierto a los conciertos eléctricos?

Algún día también llegará algún directo eléctrico y con banda.

Tu primer lanzamiento fue el EP titulado “Cara A”. Háblanos de su contenido y qué respuesta has recibido de público y prensa especializada.

“Cara A” es un EP que cuenta con cinco canciones variadas en sus estilos, pero siempre llevadas al mismo sitio, al rock acústico. Y ahí ya cada uno que lo etiquete como quiera.

Por cierto, en él hay un tema cantado en vasco (“Euskaraz”). ¿La razón? ¿Dominas el idioma?

Un poco sí, después de diez años allí algo se me ha quedado, je, je… Tener la posibilidad de expresarte en otro idioma te abre muchos campos lingüísticos, y musicalmente también. Este tema se compuso en plena pandemia, me echaron una manilla Amagoia y Bakartxo, y le dio el toque final Gari Uriarte de Dupla, que es la voz de la colaboración en esta canción.


Sacaste luego un sencillo suelto, fuera del EP, llamado “Sin miedo a caminar sola”. Coméntanos sobre esta canción.

“Sin miedo a caminar sola” es otra canción pandémica cuyo caso en concreto es muy particular. No se compuso para nada como quedó su resultado final, ha tenido bastantes cambios, pero lo que sí tenía claro es que tenía que ver la luz un 8 de marzo (Día de la Mujer) y por fin este año se alinearon los astros para que así sucediera. Llegó a entrar en listas oficiales de Spotify.

-¡Enhorabuena!

-La verdad es que no vamos a salir de pobres, pero se agradece un reconocimiento a lo que haces. Es la motivación por la cual sigo componiendo cosillas. Con que haya una persona que le guste lo que hago, ya sólo por eso habrá merecido la pena.


El próximo paso que nos has anunciado es lanzar un EP, que se llamará “Cara B”, del cual ya hay tres adelantos: “Arde Monfragüe”, “Arrebato” y la versión del “Mila doinu aidien” de Gatibu. Coméntanos, por ejemplo, sobre el primero.

Antes tengo que decirte que la cosa se está alargando bastante y puede que ese EP se convierta en LP, porque siguen saliendo cosillas que no se pueden dejar en el baúl. Respecto al tema “Arde Monfragüe” es otra de las canciones que también entró en las listas oficiales de Spotify, con un buen mensaje sobre esos incendios devastadores que nos persiguen cada temporada de verano en toda la Península y en especial en Extremadura. Va dedicada al parque nacional de Monfragüe y a ver si poco a poco nos vamos concienciando.

(Sigue aquí)