El músico yeclano JM Gómez ha movido ficha durante este periodo de obligada y generalizada inactividad artística en directo para volver a editar una canción. «Pinturas de Goya» expresa su sentimiento de frustración e impotencia «al ver que a veces nosotros mismos somos más dañinos que el enemigo invisible al que nos enfrentamos». Obviamente la inspiración parte de lo sucedido a escala global durante los últimos tres meses. Suyas han sido las voces, guitarras y programaciones, así como el proceso global de grabación, mezcla y masterización. El tema ha sido ilustrado gráficamente por su diseñador de cabecera, José M. Azorín, con quien ya trabajó en su primer trabajo.
Aquel debut se publicó en 2008 con el título de «De lo Previsto y Aleatorio…», un EP de seis temas en cuya gestación participaron José Antonio Soriano a la batería y bongos, José Martín Andrés al bajo y, atención, el ahora reputado guitarrista Juan Saurín, quien además hizo arreglos de cuerda. Gómez grabó voces, guitarras, bajos y programaciones y arregló también sus propias composiciones, en una línea clara de control directo y mimo personal sobre su música.
A JM Gómez le conocimos a finales de los años 90 como cantante de la banda Judith, con la que hizo sus primeros conciertos y registros discográficos. Su carrera en solitario tuvo un intermedio grupal con Efecto Lucifer, en un principio un proyecto individual «más contundente y compacto» con el que inicialmente publicó un homónimo disco en 2011 y al que siguieron, ya junto a sus compañeros, «Siembra» (2015) y «Cadáver» (2017). El autor e intérprete ha militado en paralelo en varias bandas y recuperado su faceta de solista con la publicación de composiciones ocasionales.
Leo Cebrián Sanz