Ayer martes 16 de noviembre se presentó en el Gran Teatro de Cáceres un libro sobre la vida cultural de la ciudad en las décadas más productivas para la creación artística en España. Como tantas otras «movidas» que no fueron las ya conocidas (Madrid, Valencia, Vigo o País Vasco, por citar las más destacadas), también existió una versión local del fenómeno en este punto de la geografía nacional. En este caso el término “movida” puede aplicarse a la generalidad de la escena musical en la ciudad, provincia y región, que como tantos otros territorios disfrutó de unos años de euforia en el campo de la imaginación y la iniciativa artística.

El evento tuvo una importancia institucional incuestionable, por cuanto fue presentado por el alcalde del municipio y el Rector de la Universidad de Extremadura. A continuación se proyectó el documental “300 Km Suroeste (La Movida Cacereña)”, que hace unos años dirigió Jerónimo García Castela, en el que durante 45 minutos se rememora lo vivido en aquellas tierras durante los años de la euforia democrática y sus antecedentes en los años 60 y 70. El acto culminó con la actuación del grupo “La Movida”, integrado para la ocasión por Juanjo Cortés (guitarra y voz), José A. Secas (guitarra y voz), Juanjo Narbón (bajo y voz) y Pachi Cañamero (batería).

Los autores de este ensayo son Paco Lobo, un activista local al frente de su sello Lobo Records y antiguo componente del grupo Coup de Soupe, y el catedrático Alfonso Pinilla, quienes han pasado varios años -casi diez- recopilando información e imágenes documentales. El libro ha sido editado por la Universidad regional y totaliza una treinta de testimonios. Como antes hicieron Málaga o Alicante, ciudades que también se divirtieron y cultivaron lo suyo, y que ya han ajustado cuentas respecto a la ignorancia de los grandes polos culturales del país, Cáceres bucea en su pasado reciente para descubrirse activa y vigorosa en el campo de la creación.

Como es lógico, una ciudad que es universitaria siempre va a generar movimiento musical y de todo ello trata este volumen de lujosa edición, que de momento se vende sólo en las librerías de la zona al precio de 25 euros. Todas las manifestaciones del arte conviven con las del pentagrama en este cruce de talentos individuales en el mundo de la pintura, la escultura, la fotografía, el cómic, los fanzines o el teatro, entre otras manifestaciones de un tiempo de cambio al que por supuesto no fue ajena la ciudad de Cáceres y por extensión su provincia. Los bares y locales protagonistas de esta efervescencia desfilan por la memoria de los encuestados, con la esperanza de que esa inquietud vuelve a darle color a las noches de la toponimia de las dos «ces».

Leo Cebrián Sanz