La auténtica fórmula «Hard Rock Café» que de verdad interesa se encuentra en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, que lo sepan. Este restaurante de carácter temático -el homenaje al Rock español, en este caso- tiene un emplazamiento privilegiado (C/Santiago 42, izda.), en pleno casco histórico de una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad. Como autodenominado ‘Rock Restaurant’ que es, Starway ofrece una carta muy similar a la del establecimiento multinacional, pero con la ventaja de no andarse por las ramas y atender con rapidez y eficacia. La última vez que estuvimos comiendo en el Hard Rock del madrileño Paseo de la Castellana se nos sentó al lado el camarero que apuntaba los pedidos, cosa que por suerte no sucede en el Starway…

Mesas altas, bajas y una galería central para servir a grupos más grande de comensales reúne a los aficionados a la música y la buena comida, mientras de fondo suena una selección de música Rock española que en nada tiene que ver con la clásica rotación de una  hipotética Rock FM nacional, de existir ésta. Estuvimos tentados de apuntar los artistas y bandas que sonaron, ya que la variedad era la nota y el cambio de estilos no resultaba molesta, muy al contrario. Una pantalla de vídeos mostraba los clips que acompañaban a algunas de las canciones, sin que su presencia resultase tan invasiva como en esos otros locales donde el plasma es más grande que las propias mesas.

Mientras esperas que te sirvan los platos, nada como disfrutar con los ojos como ídem de la inabarcable cantidad de fetiches que adornan sus paredes. Hay donde elegir, desde entradas firmadas hasta pases de backstage, afiches de conciertos y festivales -siempre locales y sin distinción de pequeños o grandes carteles-, portadas de discos y revistas y un largo etcétera que incluye pulseras de acceso, baquetas, púas y hasta cómics. Incluso hay un rincón de lectura «rockera» con ensayos y alguna ficción de autores relacionados con la cultura, para quienes quieran pasar un rato tranquilo a la hora menos concurrida.

Ante semejante despliegue, se hace inevitable pasear por todos y cada uno de los rincones del Starway, plagados de una memorabilia imprescindible si aprecias y amas el Rock español en sus distintas vertientes. Algunos preferirán la guitarra original con la que Obús grabó sus discos entre 1983 y 2001 y otros optarán por el disco de platino que Barón Rojo recibió por las ventas de «Volumen Brutal» , pero siempre habrá algo sorprendente frente al visitante que quiera indagar en la historia del Heavy nacional.

Lo realmente importante es que en Starway conceden la misma o mayor dignidad al Hard Rock y el Metal español que al internacional, del que también guardan piezas muy curiosas. La dignidad con la que tratan al legado histórico de las bandas nacionales dice mucho y bueno del responsable de semejante colección. Podría tenerla en casa para su deleite particular, pero ha preferido compartirla con los clientes de su negocio. ¡Ole!

Muchas caras conocidas se han sentado en las mesas de este Rock Restaurant, como queda de manifiesto por las fotos enmarcadas que recuerdan los momentos especiales vividos. La cartelería conmemorativa no tiene fin y suele ir firmada por protagonistas tanto directos como indirectos, lo que sin duda acrecienta el interés de este esfuerzo por recopilar recuerdos del mundo musical de los últimos treinta años.

Además, uno de los tres salones del local acoge también una tarima de actuación por la que han pasado algunos de los artistas o grupos que han actuado en la propia Alcalá o las vecinas ciudades del Corredor del Henares, una zona de la Comunidad de Madrid más rockera de lo que se suele creer. Los músicos suelen cenar aquí o pasar a saludar, cuando no cantan o tocan directamente en un pequeño pero coqueto escenario.

Leo Cebrián Sanz