El pasado 27 de agosto desde las siete de la tarde tuvo lugar en el Polideportivo Matías Prats de la localidad jiennense de Torredonjimeno la cuarta edición del Festival Rock en Femenino. Tras los dos años de parón por culpa de la pandemia, el evento ha regresado con una enorme fuerza y voluntad de continuidad, gracias a la constancia y el trabajo que desarrolla RockXimeno, la asociación anfitriona.

Este 2022 la entidad ha contado con la colaboración de un colectivo hermano, la Asociación Rockera y Metalera de Mujeres de Albacete (ARMMA), que cedió una selección de fotografías de músicas nacionales e internacionales de ambos estilos para la exhibición de las mismas en la Sala Municipal de Exposiciones. También participó en el acontecimiento el equipo de «Ellas son Eléctricas», cuyos directores y narradora -Eva Benito- presentaron el día anterior una proyección y debate posterior sobre el documental.

El día grande de la cita fue el sábado de conciertos, lo que motivó la llegada a la localidad de decenas de personas de fuera del municipio y la comarca. Se trata de un festival pequeño, que ha logrado funcionar a las mil maravillas gracias en buena parte a una política de precios moderada, que no abusa de la audiencia a la hora de pagar la entrada o el coste de las consumiciones. El despliegue técnico del escenario resulta modesto, pero permite la perfecta visibilidad desde cualquier punto del recinto. En cuanto al sonido, todo OK… salvo para Marta Gabriel, que paró el concierto de Crystal Viper hasta en tres ocasiones para reclamar a los técnicos -con una sonrisa en la boca, eso sí- que se ajustaran los niveles de guitarra y batería que recibía desde los monitores.

La apuesta premeditada por un cartel con presencia de mujeres permite variedad en la propuesta, ya que difícilmente habríamos visto a los canadienses Lütharo en España si no llega a ser por la gente de RockXimeno. La gira veraniega que se montaron por la Península cobró sentido tras la contratación de Rock en Femenino, que además premió a Crystal Viper por esa versión de «Reencarnación» que finalmente no llegamos a escuchar pese a figurar en su hoja de repertorio.

Por fortuna, el rendimiento de las bandas nacionales presentes en Torredonjimeno suplió cualquier alteración sobre lo previsto y esperado, demostrando que hay futuro en la escena si la proliferación de las bandas tributo permite respirar a las formaciones que hacen temas propios. 4BajoZero tocaron de día, calentando el ambiente y cantando en ese castellano que también comparten con el Folk-Metal de Celtian, la banda que más seguidores llevó hasta este pequeño pueblo de Jaén. El Heavy Rock de los valencianos fue una plataforma perfecta para animar al público a ir sumándose poco a poco a la fiesta, que continuó con la sensación juvenil de la pandemia, esos DITS (Devils In The Sky) que tan populares se hicieron en el programa de artistas emergentes de Canal Sur: «Tierra de Talento».

A continuación las cosas se pusieron más duras y agresivas con la guturalidad de Krista, cuyos compañeros de Lütharo acompañan con un Heavy Thrash bien disciplinado y resolutivo. El respiro llegó con el Folk-Metal de mensajes positivos de Celtian, que hizo corear sus estribillos incluso a quienes no suelen consumir este tipo de música más melódica y bailable. El plato fuerte nos presentó a unos Crystal Viper con la carismática Marta Gabriel dándolo todo desde la seguridad de su carisma, su simpatía y una carrera que suma ya casi treinta años.

Al término de su show, «el grupo que no tiene bajo» -al menos ese día- hizo lo mismo que el resto de las bandas participantes en Rock en Femenino: acercarse a su puesto de mercadería para compartir con la afición unos saludos y unas fotografías. La familiaridad y la concordia de esta convocatoria del verano musical andaluz es lo que tiene: una horizontalidad y ambiente cordial que permite interaccionar con las/los artistas y celebrar que afortunadamente hay más vida más allá de Quevedo y Bizarrap.

Leo Cebrián Sanz