Mariano Gómez lo ha vuelto a hacer. El hombre que ya estaba ahí cuando Burning daba sus primeros pasos nos presenta en pleno 2023 el segundo disco de su proyecto personal, un maravilloso capricho llamado Caravana Underground. Que nosotros sepamos, no hay nada parecido en la escena del Rock nacional que resulte tan personal e intransferible. El grupo no contempla presentaciones en directo, pero funciona de maravilla en cuanto a repertorio y resultado en el estudio.

“Diario de las Olas” es la continuación natural del EP “De Carne y Hueso”, con el que en 2019 el impulsor de la idea sorprendió con una osada mezcla de canciones propias y adaptaciones de su idolatrado poeta Miguel Hernández. “Diario…” retorna al legado del gran autor con una cita en el libreto y versiones musicadas de poemas como “Sombra con sombra”, “Tengo estos huesos hechos a las penas” y “Canción última”, que es precisamente la que cierra este nuevo repertorio de once pistas. Todas ellas son de la autoría exclusiva de Mariano, aunque “Nunca te podré olvidar”, “Blues de estación” y “Marcianos del Rock & Roll” las comparte con Alberto Santos, a la sazón encargado adicional de la voz, los coros, las guitarras, los bajos, los teclados, los sintetizadores y el resto de los instrumentos. Y no sólo eso, ya que Santos ha supervisado en las instalaciones de Mosca Road la instrumentación general y las voces. En materia de coautoría, “Canción última” cuenta con el concurso de su compañera Chus León, cantautora de Folk-Rock muy apreciada por los rastreadores de talentos ocultos a la masividad, quien además regala su voz a este final en alto del disco. También escuchamos su particular y evocador registro en «Sombra con sombra».

Daniel Elorriaga se ha hecho cargo de la batería y la percusión, en tanto el micrófono es exclusivo de Mariano Gómez. Otros trabajos comunes han sido los compartidos con Manuel Álvarez Ugarte -guitarra clásica e instrumentos tradicionales en “Sombra con sombra”-, Juan Olmos -primera voz y coros en “Perro caliente-, Mac Hernández -bajo en “Blues de estación”- y Sebass García -sintetizador adicional en “Nunca te podré olvidar”-. En los créditos más técnicos hay que destacar a los ya citados Alberto y Daniel como responsables de los arreglos, la producción y masterización. Los estudios por los que han pasado Mariano y su cuadrilla han sido los ubicados en los históricos locales de ensayo Tablada 25 -ver foto trasera del CD-, los Olmostudio de Juan Olmos y los también propios de Ugarte.

Hay evocación a Thin Lizzy en la inicial “Nunca…”, mientras que las consecutivas “Mil millas” o el single “Paseo del Rey” son dos verdaderas delicias casi susurradas, que parecen proceder del repertorio de un Tom cualquiera -ya se apellide Petty o Waits-. En efecto, Mariano no canta como lo haría un vocalista al uso, sino que literalmente interpreta sus sensaciones como compositor en una faceta valiente y realmente singular. En este sentido, el título de uno de sus últimos temas lo dice todo: “Marcianos del Rock & Roll”.

El gusto del director artístico y musical de “Diario…” -Mariano, vaya- vuelca en sus letras y partituras su nada oculta admiración por Antonio Vega y la canción de autor más a flor de piel, las guitarras a lo Ry Cooder, la oscuridad confesional de Lou Reed, ese Moris sugerido de “Lejos de la ciudad”, el Country-Pop de Los Secretos en “Jaleo en el bar” o el Rock and Roll modelo Pepe Risi en “Perro caliente”.

Leo Cebrián Sanz