Y entró la luz en los sótanos de la sala Copérnico, como reza una de las canciones emblema de Tahúres Zurdos. Parece que los navarros, reunidos en 2019, se están ganando su continuidad porque conectan con un público fiel y veterano. En su nueva visita a Madrid (19 de enero) convencieron con un repertorio ágil y ameno, plagado de grandes éxitos y de algún que otro estreno. 

Fue una noche de recuerdos y, por mi parte, de valorar un repertorio de una de las bandas que ha formado parte de la banda sonora de mi vida. Con el paso del tiempo las canciones no han perdido vigencia; tampoco la categoría musical de un grupo que captó sonidos americanos y se alejó de las tendencias vigentes en el el mundo del Heavy y Rock Urbano. 

Aurora Beltrán y el resto de componentes (su hermano Lolo a la guitarra, el bajista Jaime Ugarte y la nueva incorporación, el batería Daniel Lizarraga) se ganaron las dosis de afecto lanzadas por los fans presentes en la discoteca de Moncloa y desarrollaron en volandas un show plagado de clásicos desde el arranque con «Miss Hyde» o el Funk Rock sarcástico de «Mis hijos me espían», aunque también hubo espacio para novedades como «Princesa hada», un tema que años atrás había sido compuesto por Aurora Beltrán para Estrago y que ahora ha decidido recuperar, o «Redención», la canción que ha dado título a la gira con la que los navarros están recorriendo la ‘piel de toro’.

Los recuerdos se agolparon con «Nieve negra» y la piel se erizó con la intervención de Aurora sola en el escenario junto a su guitarra acústica. En este tramo de la actuación interpretó «Afiladas palabras», «Horas» y «Silencio».  

Todavía quedaban platos fuertes que degustar como «Que entre la luz», «Chicas fuertes» o el gran hit «Tocaré», un homenaje a la guitarra y a la música como forma de vida. Se trata de la quintaesencia de Aurora Beltrán, que enganchada a su guitarra es capaz de transmitir infinidad de sensaciones sin apenas moverse.

Tahúres reservaron para los bises «Una noche de amor», otro de los hits de su carrera, o «Fiesta», una versión del clásico de Joan Manuel Serrat con la que cerraron el concierto por todo lo alto.

Javier del Valle Regidor