El pasado viernes 26 una delegación de vecinos del distrito de Hortaleza visitó a sus homólogos de la calle Orense, muy cerca del estadio Santiago Bernabeu, para celebrar algo parecido a unas fiestas patronales adelantadas. La delegación estuvo encabezada por los músicos de una formación hortalina de pro, que incluso lleva la primera letra de su barrio en el nombre: Haches.

Hace sólo dos años que comenzaron a mover sus cartas en el juego del Rock más autóctono de nuestra querida y odiada ciudad, pero la intensísima y extensa campaña de promoción de su debut les ha convertido en una de las bandas emergentes del momento. Su mismo concepto como colectivo es en sí mismo muy valiente y clarificador, ya que son tres las guitarras que suenan sobre el escenario: las de Manuel de la Fuente, Rubén Ortiz y Daniel Pereira. La base rítmica corre a cargo de Daniel Fernández (bajo) y Jorge Utrera (batería), en tanto su cantante Marcial Ortiz dirige la banda con una energía y optimismo contagiosos. Y como diría un argentino, para nada suenan “desprolijos”, sino más bien compactos y coordinados.

Los hermanos Ortiz fueron quienes inicialmente inspiraron esta simbiosis absoluta de algunos de los sonidos más puros de nuestra historia más clásica en el Rock Urbano y el Rock Duro nacional. Ver tres guitarras arriba reconforta cual despliegue de Los Suaves, lo que convierte a Haches en una formación más dura que lo plasmado en el estudio, pero al mismo tiempo más entretenida y rápida.

Su disco de estreno este mismo año ha sido “Canciones Para Ti”, diez canciones que sonaron en su práctica totalidad en el repertorio de la fría noche en la sala Nazca -fría fuera, porque dentro…-. Comenzaron por sus dos primeras composiciones (“Eres” y “El café”) y de los temas del CD sólo se dejaron en el local la titulada “Nuevos tiempos”. A cambio pudimos escuchar en vivo sus dos recientes singles fuera del catálogo ya conocido: “Las mentiras” y “Dibujando corazones”.

El sexteto cambió enseguida el orden de interpretación de los temas publicados en el disco para dar paso a varias de las versiones que interpretan, como “Los Rockeros van al infierno” (Barón Rojo), “Aún arde Hortaleza” y “Si nos dejáis” (Porretas), “Hay poco rock & roll” (Platero y Tú) y la fiesta final de “Vamos muy bien” (Obús), con presencia en el escenario de sus invitados en la noche: la banda de versiones Sinasunto -¡diecisiete adaptaciones se marcaron como preámbulo del concierto de sus anfitriones!-. Los teloneros tuvieron incluso un invitado: José Luis, de la formación Artistas Infiltrados, con quien compartieron cinco de sus versiones hasta la llegada de sus propios bises.

Leo Cebrián Sanz