Ayer martes 23 de abril tuvo lugar en el restaurante Habanera -el antiguo Riofrío- la presentación del Festival ALMA Occident Madrid, que recala en la capital tras una etapa previa de gran éxito en Barcelona. El evento promocional que sirvió de preámbulo a lo que ha de llegar en apenas una semanas contó con las intervenciones del director del ciclo, Martín Pérez, a quien secundó el director artístico del mismo, el DJ y productor Carlos Jean.

La convocatoria sirvió también para dar pública carta de naturaleza a su escenario de artistas emergentes, al que han bautizado como Village. Tres de los artistas que pasarán por él actuaron en directo brevemente durante la emisión in situ del programa de Radio 3 “Que parezca un accidente”: GUS, Nina Emocional y Orovega. Fue el colofón de un evento muy concurrido, al que no faltó Carlos Escobedo -cantante y guitarrista rítmico de la formación madrileña Sôber-, que representó la cuota de nuestro Rock nacional en una programación muy ecléctica en la que no parece haber sido marginado estilo alguno.

El ALMA se celebra entre el 30 de mayo y el 14 de junio en el Parque Enrique Tierno Galván y bajo nuestro punto de vista de medio especializado los conciertos estelares son obviamente los de Deep Purple (jueves 13 de junio) y Evanescence y Sôber justo un día después. El resto de la oferta artística y musical incluye a clásicos del Funk como Nile Rodgers y Chic -teloneados por sus émulos Soul to Soul-, grupos Indies como Vetusta Morla, cantautores como Jorge Drexler y Jamie Cullum y solistas de vanguardia como Róisín Murphy y Alison Goldfrapp. GIM y Valeria Castro completan el programa. Por otra parte, los días viernes 31 de mayo y sábado 1 de junio se desarrollará el Pompä Open Air, que se define como sendas jornadas de “tardeo Pop Indie” con artistas y grupos aún por definir.

Es importante destacar la valentía de los responsables de esta nueva propuesta en la ciudad, que no han dudado a la hora de incluir en su programación a primeros nombres del panorama nacional e internacional del Rock clásico y el Metal contemporáneo. Este verano disfrutaremos también de la apertura de “Noches del Botánico” a sonidos más duros (Status Quo, Toto, The Cult, Queens of the Stone Age -que por cierto tocan en la versión catalana del ALMA Festival-.…), por lo que se avecina un estío realmente atractivo para quienes quieren disfrutar de este tipo de conciertos sin las privaciones y dificultades logísticas propias de los festivales especializados. Ojalá ambas marcas fidelicen a la siempre agradecida audiencia del Rock, tan necesitada de una oferta “adulta” de ocio cultural nocturno y de calidad.

Resulta curioso que tengan que ser otras marcas más heterodoxas y flexibles las que dignifiquen la experiencia mediante el cuidado del entorno y un servicio de baños a la altura del civismo que cada uno o una aplica en su propia casa. También ahí radica el éxito de un festival, algo que el ALMA parece entender desde su misma concepción de velada cultural en la que priman la comodidad y el respeto por el artista y su espectador/a.

Leo Cebrián Sanz