Hace unos días pasamos por el barrio de Zarzaquemada, en la madrileña ciudad de Leganés, para entrevistar a fondo a Ángel Gutiérrez, el músico y autor que ha llevado su proyecto personal Nurcry hasta un estudio de grabación, donde cantantes e instrumentistas ajenos han plasmado sus composiciones. La singularidad del proyecto es evidente, aunque el óptimo resultado del empeño ha puesto la lupa de la escena del Hard Rock y Heavy Metal nacional en este peculiar CD editado por Demons Records.

Ángel reconoce que lo único que le ha movido ha sido la ilusión y el amor por la música de los años 80, a la que se ha consagrado en cuerpo y alma por el mero hecho de divertirse y disfrutar. Con tan loable actitud, el creador de Nurcry preparó las maquetas en su casa y contrastó sus ideas con Carlos Saiz, quien le ayudó a concretar los arreglos y el sonido general, además de la nómina de colaboradores y ayudantes que ha participado en la grabación coral.

Como ideólogo de esta iniciativa, Gutiérrez confió en sus amigos y consejeros a la hora de ir cerrando los compromisos de las estrellas invitadas. Ángel es consciente de que parte del interés despertado por su trabajo se debe a la presencia de Tete Novoa, Pacho Brea, Alberto Rionda o Pablo García, pero asume la circunstancia con orgullo y naturalidad, dado que la simbiosis de unos con otros ha resultado muy efectiva. Las letras son enteramente suyas, sin que en este caso haya participado nadie que intermediaria entre su obra y la edición final de los textos.

Los planes actuales de Nurcry pasan por la edición de un EP con los temas más destacados en cuanto a colaboraciones y un par de canciones nuevas, pero por la puerta también asoma un inmediato segundo disco y Ángel se plantea si entrar directamente a la grabación de ese nuevo álbum. Quedaría así aparcada la publicación de un vinilo que se está retrasando desde hace meses, por lo que quizás la idea se cancele en breve.

Ángel recuerda la sorpresa inicial que causó en los medios especializados la «marcianada» de algo tan único como Nurcry. Ganarse la confianza de los escépticos se ha revelado sencillo, por cuanto la estructura del álbum es la de un disco convencional, independientemente de cómo haya sido el desarrollo de su génesis. La experiencia está siendo tan positiva para Ángel Gutiérrez, que a medio plazo no descarta una presentación pública de un segundo álbum en ciernes e incluso algunos conciertos con lo que sería su banda de directo.

Esas nuevas canciones están llamadas a escalar varios peldaños en cuanto a la profesionalidad del proceso de gestación e incluso contarán con un asesor específico, cuya función será revisar las letras. Ángel quiere seguir ofreciendo un producto de altura y a ello se entrega con enorme felicidad e implicación, disfrutando de la experiencia en cada uno de los momentos especiales que le está proporcionando su contacto con la primera línea musical. Este Tobias Sammet del sur de la Comunidad de Madrid promete seguir aportando más y mejores ideas en una segunda parte de «Alma Libre», cuyo título aún está por definir.

AR sugiere acercarse a su primer repertorio con interés y curiosidad, ya que el resultado no le va a defraudar. Damos constancia de ello y nos sumamos a la recomendación.

Leo Cebrián Sanz