JMCP tiene nuevo disco en la calle, el segundo de la carrera del músico José María Cabellud Peralta, que se presenta artísticamente con sus iniciales, y cuyo título es “Rusiente”. Nuestra mejor crítico musical -Leo Cebrián- ha ensalzado la desconcertante mezcla musical que incluye nombrando palos tan diferentes como punk, pop oscuro, indie enigmático, gothic rock, metal extremo y, en suma, rock experimental. No podíamos dejar pasar la oportunidad de charlar con el protagonista, al que todos llaman ‘Chuchu’…


por Jon Marin


Lo primero es un repaso a tu larga trayectoria musical. La primera referencia que tenemos es tu actividad, desde 1993, en Atila y Los Hunos.  

Bueno, antes hubo alguna más, pero murieron antes de llegar a la orilla, je, je… Tengo un gran recuerdo de Akelarre, banda monegrina (de Los Monegros, Aragón) en la que estuve en 1992 y que dio a luz temas como “The race”, incluido en mi primer disco “Desde el páramo abstracto”. Con Atila y Los Hunos, donde estuve desde 1993 a 2001, todo empezó porque buscaban un bajista para grabar un trabajo de estudio y eso me sedujo. En aquella época, grabar una maqueta o algo similar era una quimera, estamos hablando del año 1993 y, por lo menos para nosotros, era algo de muy difícil acceso. Jesukrosta -César Fontán-, cantante y líder de la banda, siempre iba un paso más allá, me propuso grabar el bajo en los temas del grupo a cambio de incluir en la grabación otros de mi propia cosecha. Así que de esta manera comenzó el asunto, además de una amistad que es inquebrantable y que me une tanto a él como a Víctor Catalán -el Favo, guitarra- y a Rafa Salillas -Gustavo, el batería-. A partir de ese momento empezamos a girar como una rueda sin frenos hasta que todo se diluyó sin saber por qué. Grabamos un disco, “Hoy ha llegado la Guardia Civil”, cuya portada la realizó el archiconocido Azagra de la revista El Jueves, y lo demás queda en nuestros recuerdos, aquellos que se forjan en la juventud y quedan marcados de por vida.

Un poco después entraste en Moriarty & Kalaña…

Sí, fue entre los años 2005 y 2012. Aquí sucedió al revés: Otra vez Jesukrosta, a posteriori de grabar su disco “Canción de amor”, precisaba de un bajista para los directos y, como la carne es débil y el caramelo jugoso, acepté de buen grado acompañar a una banda que estaba formada por el mencionado Jesukrosta, guitarra y voz; Chicho Gobantes, guitarra; José Ángel Asensio ‘the Doctor’, guitarra, y de nuevo Rafa Salillas en las percusiones. En el año 2011 grabamos un segundo disco, “Concepto calaña”, con foto de portada de Dominique Leiva. Como después de una cosa viene la siguiente, Muga fue el nombre del nuevo proyecto en la que centramos nuestros esfuerzos. Esta banda duró de 2012 a 2019, pero sólo en sus primeros dos años dio los frutos esperados. Junto a Rafa Salillas, batería; José  Ángel Asensio, guitarras, y Guillermo Gimeno, voz, y mi persona como bajo, claro, grabamos una maqueta llamada “Crudo”, la cual no vio la luz. Después de idas y venidas de componentes, nos pusieron una mascarilla y nos encerraron en casa. 

¿En qué momento decides empezar a componer en solitario y grabar tu primer disco (“Desde el páramo abstracto”) como JMCP? ¿Qué razones e impulsos te llevan a ello?

Como te digo, nos encerraron en casa y, en primera instancia, lo que buscaba era recopilar todos los temas de “Atila y Los Hunos” que habíamos fabricado haciendo un ejercicio de memoria junto al mencionado Jesukrosta. Recopilamos hasta veintidós temas, pero la distancia forzada y trabajar de esa manera fue un obstáculo difícil de salvar, así que me centré en recuperar cortes o temas exclusivamente míos. Con todo ello nació “Desde el páramo abstracto”, recopilando canciones antiguas sin cabida en otros grupos y otras que estaban destinadas a la banda Muga. La razón fundamental de grabar el disco es simplemente que sin hacer música no puedo existir, y me refiero al tema de la composición. Unos son felices interpretando canciones clásicas de bandas conocidas, lo cual es muy loable, pero personalmente prefiero rebanarme la cabeza produciendo mi propia música. No hay más, es lo que me evade del día a día.

¿Qué repercusión tuvo “Desde el páramo abstracto”? ¿Estás contento con las opiniones y críticas recibidas?

En ese aspecto, las expectativas para mí se han cumplido con creces, porque lo importante es que lo pude hacer. Además, cualquiera que quiera escucharlo lo tiene disponible. Ese reto para mí es una prueba que he superado. La música entiendo que es un negocio acotado, como todos los demás, por tanto, no puedes de la noche a la mañana ser un superventas… Vamos, yo no sé cómo hacerlo, pero el objetivo está cumplido. En España y Sudamérica es donde más impacto ha tenido.

A los dos años ya tienes un segundo disco en el mercado: “Rusiente”. ¿Qué hay de nuevo en éste en comparación con el primero (para el que lo conozca) y cómo te gusta presentar su contenido a quien hasta hoy no haya sabido de JMPC?

De nuevo hay, supongo, una evolución como compositor, no seguir estancado en unos patrones, pero sin perder una esencia vital como es el Rock. Para presentarlo, venderlo, diría que está hecho con mucha pasión. En él hay diferentes estilos, desde un Rock clásico, alternativo, progresivo… hasta algunas estructuras más metaleras.

Ya nos has dado una buena pista, pero ¿qué contestas cuando te piden definir el estilo de JMPC?

De momento, no me defino, pero lo dicho: Rock y Metal progresivo pero siempre con la mirada en lo que, para mí, es evolucionar. Intentar, si es posible, no hacer dos canciones iguales ni que sean semejantes. 

(Continuará).