Manifa, manifa… ¿A cuántas habremos ido a lo largo de tres décadas de tomar la calle? De todas ellas, nuestra favorita fue una de las últimas celebradas en la vorágine post-15M, cuando llegó un momento en que íbamos a tantas que en una ya ni recordábamos el motivo que nos había llevado hasta allí. Luego sí, claro, al cabo de diez minutos reparamos en que se trataba de recibir a los mineros en Madrid por todo lo alto, pero qué momento de felicidad el de la lucha «porque-sí», señores, qué momento. Mientras por aquí nos aclarábamos con la causa de la enésima movilización, en el barrio de Errepelega de la ciudad de Barakaldo, cerca de Bilbao (Vizcaya), unos punkies iban elucubrando uno de los himnos favoritos de todos los tiempos: «Dios salve el Viñarock».
El combo integrado hoy día por Mena (voz), Asier y Marpe (guitarras), Josu (bajo) y Unax (batería) hacen Punk-Rock desde 2003, y lo hacen en la mejor tradición del Rock Radical Vasco actualizado -y acelerado-, por así decirlo. Su primera maqueta data de un año después y se tituló «Ruido del Bueno», aunque por entonces su bajista era Imanol y sólo contaban con Asier a las seis cuerdas. Ese mismo 2004 incorporaron a Marpe a la segunda guitarra. Con la cuadrilla al completo comenzaron su apostolado por las libertades personales de pensamiento y actuación… y la responsabilidad que implican ambas. Lo hicieron con nuevas demos: «Seguimos Dando por Culo» (2004) y «Tocando los Cojones en Directo» (2005).
El primer disco oficial lleva la matrícula 2007 y se denominó «Poder y Fascismo», con muchos de sus antiguos temas y un par de inéditos. Su segundo escupitajo salió en 2010 de la boca de Working Class Records y en el lapo ponía “Ni Tan Buenos Como Quisieran, Ni Tan Malos Como Piensan”. Lo presentaron subidos a un barco en la ría del Nervión, al estilo de los Sex Pistols en su famosa performance londinense por las aguas del Thamesis. En esta línea loca de trabajo hay que encuadrar su concierto subidos a un camión itinerante para celebrar San Cristóbal, el patrón de su localidad y guardián santoral del «precaución, amigo conductor».
La diversión ha continuado hasta el día de hoy, ya que hará unos cinco años Manifa pegó el salto en cuanto a popularidad y se les ha podido ver en algunos festivales sin mácula de capitalismo encubierto, como por ejemplo el añorado Aupa Lumbreiras. Su discografía indispensable es la constituida por sus dos «obras maestras»: «El Gran Circo del Rock» (2013) y «Cristales Rotos», publicado en 2016. Hoy sábado 21 de julio están presentes en el festival A Cop de Rock, que se celebra desde el viernes en la ciudad de Tarragona. No podemos terminar sin reconocer que buena parte del éxito de Manifa se lo deben de forma indirecta a El Noi del Sucre, Lorenzo Morales, un tipo al que un día se le ocurrió maquillarse como un clown del Punk antes de que siguieran sus pasos otros como el propio vocalista de Manifa o las feministas Mafalda.
Leo Cebrián Sanz