No son los únicos Atila de la historia del Rock español, pero sí los únicos y genuinos del rock gallego. Esta banda de la localidad de Ribadeo, en Lugo, surgieron a comienzos de los años 80 y como tantas formaciones de un Rock Urbano cercano al Heavy Metal, tampoco ellos pudieron plasmar en un vinilo o cassette oficial su actividad en directo en toda su provincia. Haber sido los primeros en su territorio en practicar este tipo de música les granjeó prestigio y cariño popular, que en esta nueva etapa han retomado con la publicación de un disco físico.
Los componentes de la formación procedían de un primer intento llamado Tubos de Escape, que llegó con la década de los 80 y cambió de nombre en dos años. Por entonces eran casi unos adolescentes. De aquellas raíces musicales crecieron tres de los componentes del sexteto -José Carlos Díaz (guitarra), Juan José Rivas (bajo) y Vicente Lamas (batería)- y a ellos se sumó Armando al micrófono. Más adelante llegaron Fernando Martínez (cantante y guitarra rítmica) y José Rivas García “Josedel” (guitarra rítmica tras asumir Fernando la exclusiva labor vocal). Al final de su trayectoria de más de una década asumieron el nombre de Venneris y con él registraron una maqueta. Armando, Fernando, Rivas, “Josedel” y Vicente son de nuevo Atila en 2023.
Al ensayar en pleno campo cuentan con un buen número de anécdotas ”animales”, como le lechuza que adptaron tras la huida de la madre -alarmada por los sonidos eléctricos de los equipos de sonido- o un ganadero que achacaba a su poderoso sonido la poca producción láctea de sus vacas. Al final, como no podía ser menos, hasta el ganado se acostumbró a la buena música.
Nuestro compañero Javier del Valle conoció su historia el pasado mes de agosto y la recuperamos ahora para nuestros lectores más interesados en la historia oculta del género en lugares como la comarca de A Mariña. Su momento álgido coincidió con los años 1984 y 1985, cuando pasaron por varias fiestas populares y festivales especializados -como el Internacional Rock de Burela, el de Rock de Foz, el de Folk-Rock de A Pontenova- y locales cerrados como pubs o discotecas.
Leo Cebrián Sanz