El primer número del fanzine Rise of the Predator tiene como frase de apoyo el rotundo ‘Come taste the blood’ («ven y prueba la sangre»), con una portada que muestra los logotipos de las bandas sobre las que se escribe en su interior. Tras unas palabras de bienvenida por parte de su autor, Mikel -uno de los músicos del grupo Nuclear Revenge-, su segundo contenido es la recomendación de una lista de reproducción con la que se identifica esta nueva cabecera.

Las entrevistas son largas y entretenidas, que es exactamente lo que tiene que publicar una revista alternativa e independiente. Así pues, por las 80 páginas de la publicación desfilan las siguientes formaciones: Black Viper (Heavy-Speed Metal), Extirpation (Schizophrenic Black/Thrash), Horripilant (Evil Death Metal), Korgull The Exterminator (Axe Thrash Metal), Sacrifizer (Speed Metal), Sacrilege (Black Thrash Metal) y Slaegt (Black/Heavy Metal). Como vemos, Metal Extremo en todas sus expresiones y posibles orígenes: Cataluña, Valencia, Francia, Italia, Irlanda, Dinamarca, Noruega…

Las reseñas de discos de actualidad ocupan un total de 13 páginas, mientras que el apartado Diamonds and Rust reserva otras dos a álbumes que en el pasado fueron relevantes dentro de la escena del Metal más radical. Para que no nos despistemos, una página completa «está dedicada única y exclusivamente para recordarte que escuches a Hallows Eve» -y tal cual lo dicen lo hacen, ya que en la misma sólo figura este texto y un dibujo identitario de la formación estadounidense-.

Leo Cebrián Sanz